A su paso por el parque Ribalta, no pocos vecinos conocedores del proyecto de retirada de la controvertida cruz de los caídos se sorprendieron al ver que ayer había desaparecido el vallado instalado esta misma semana para perimetrar la zona de la actuación, más si cabe teniendo en cuenta los movilizaciones en contra de esta medida que se sucedieron en cuanto la empresa tomó posesión del terreno para empezar a trabajar.

Según confirmaron ayer desde el Ayuntamiento de Castelló, se trata de una cuestión de planificación interna de la adjudicataria, que va a sustituir el primer vallado que colocaron por otro.

Lo cierto es que en el pliego de condiciones de la contratación de estas obras, se indicaba que el vallado que debía proteger la zona de la actuación debía ser «opaco» y con una altura «mínima de dos metros». El que se colocó el primer día no respondía a estas características, de ahí que, seguramente, se haya organizado ese cambio.

La valla perimetral colocada para las obras de retirada de la cruz de los caídos de Ribalta se ha retirado para cambiarla.

En el consistorio desconocen cuándo volverá a estar instalado el nuevo sistema de protección porque, insisten, es una cuestión de compete a la empresa. «Están sobre los plazos previstos», que son de 6 meses desde el inicio.

El primer paso de los trabajos de retirada consistirá en demoler el murete posterior para facilitar el traslado de la cruz sin causarle ningún desperfecto.