La cruz del Ribalta sigue en su ubicación habitual a pesar de haber transcurrido la mitad del plazo previsto para la ejecución de las obras que contemplan, además del traslado de este símbolo a la iglesia de Santo Tomás, los trabajos de adecuación de la zona del recinto verde que todavía ocupa el monumento. Pese a que el Ayuntamiento de Castelló tenía previsto quitar la cruz el pasado 3 de agosto y así lo anunció a los medios de comunicación, lo cierto es que el único avance que pudo ver la ciudadanía es el vallado del recinto y varias concentraciones en apoyo y en contra de dicha retirada. Días más tarde, se retiró el cercado y en la actualidad, la cruz y su entorno presenta la misma imagen que en los últimos años sin que se vislumbre ni un rastro de su próxima retirada. Mientras, el plazo para ejecutar los trabajos transcurre y ya solamente quedan tres semanas para su realización. El mismo tiempo que ya ha transcurrido sin ningún avance por parte del consistorio.

Fuentes del departamento de Contratación municipal aseguraron a este diario que el contrato con la empresa es correcto y aseguraron desconocer la fecha de la hipotética retirara de este elemento en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica de la Comunitat Valenciana.