Un mes después de que se levantaran las primeras voces de denuncia, la problemática de las presencia de aves (gallonas) en el cementerio San José de Castelló sigue alimentado las protestas de los familiares cuyos seres queridos reposan en el campo santo de la capital de la Plana.

Un cementerio no es lugar para gallinas. Puede parecer obvio, pero en Castelló no está tan claro, pues hace ya más de un año que estas aves conviven con las tumbas y las personas que acuden a visitar a sus familiares y seres queridos fallecidos. “¿Qué falta de respeto! ¡A qué punto hemos llegado?", lamenta una de las personas afectadas por la continua presencia de las aves de corral, merodeando entre las tumbas y nichos.

"Todos vamos a acabar aquí y no es muy normal estar con todas esas gallinas alrededor”, lamenta una vecina. Afirma un lector de Mediterráneo que ha denunciado la presencia de estas aves en el cementerio que “ahora están más hermosas, se ve que les darán de comer porque no es normal”.

Las gallinas encima de las tumbas del cementerio San José de Castelló Mediterráneo

Las explicaciones de la gerencia del camposanto

Por su parte, el gerente del cementerio, Antonio Porcar, aseguró el pasado mes de octubre a Mediterráneo que las gallinas “se cuelan de la zona de las chabolas que existe al lado del cementerio. Les echamos, pero saltan el muro y como el perímetro es tan grande es imposible controlarlo”. Afirma Porcar que las gallinas “no hacen daño a nadie”, pero sí reconoce que cree que se han iniciado las gestiones para desahuciar a estas molestas inquilinas: “Me parece que la encargada del cementerio ha contactado con una sociedad para que se las lleve”.

El gerente del cementerio defiende que el personal de la institución “hace lo posible para que no estén, pero se han acostumbrado a estar aquí. Antes incluso se coló algún cerdo vietnamita que también vive en los descampados con los que viven en las chabolas”. Porcar añade que no entran en los planes de la institución “sacrificar las gallinas”, aunque cree saber por qué tienen tanta afición al camposanto: “Pienso que como hay una colonia de gatos a la que vienen a alimentar, los gallos, gallinas y pollos van ahí a comer el pienso de los gatos, que están protegidos”.