El tráfico rodado es la principal causa del ruido en 15 zonas de Castelló --dos grupos periféricos, dos carreteras y once calles-- tal y como arrojan las conclusiones del mapa estratégico del ruido de la capital de la Plana. Un documento que aprobará el jueves la junta de gobierno local del Ayuntamiento y que, tras publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) durante 30 días, ratificará el pleno para, en cuanto entre en vigor, el consistorio pueda implementar soluciones a esta situación.
Según los resultados obtenidos en este estudio diagnóstico, las zonas que cuentan con más complicaciones debido al exceso del ruido son la carretera CV-18 en la zona junto a Almassora y la CV-16 ; el grupo San Andrés y el grupo Virgen de Lourdes respecto al tráfico ferroviaio y un total de once calles por la circulación viaria: ronda de circunvalación, avenida el Mar, Santa María Rosa Molas, San Roque, avenida Vila-real, avenida Riu Sec, Gobernador, avenida Barcelona, Alonso de Arrufat, ronda Mijares y ronda Magdalena.
El objetivo
El objeto del documento, que afecta a varias concejalías y al que ha tenido acceso este diario, es el análisis y la evaluación de los resultados obtenidos en el mapa estratégico de ruido y que se centra en el estrépito ambiental que afectan a la capital de la Plana. También contempla el ruido industrial aunque este se encuentra más focalizado en las inmediaciones de las mismas.
La utilidad de separar la afección acústica de cada foco es el poder asociar los niveles de ruido existentes hoy en día a su causa para posteriormente poder aplicar medidas correctoras o soluciones sobre el foco con una mayor resolución del problema.
La radiografía encargada por el consistorio de la Plana también contempla de forma detallada el núcleo de población a la que afecta esta situación de ruido en la actualidad y recuerda que la capital de la Plana cuenta en la actualidad con 175.607 habitantes, según el padrón de julio del 2022 y que el 84,5% de estos reside en Castelló, mientras que el 9% lo hace en el Grau y el 6,5% restante vive en zonas diseminadas por el entorno de la ciudad.
