Un Castelló para los niños. Esta es la principal petición que los 23 consellers y conselleres de 19 centros educativos que forman parte del nuevo Consejo Municipal de la Infancia y la Adolescencia han hecho a la alcaldesa de la capital de la Plana, Amparo Marco. La primera edila recogió estas peticiones de los más pequeños en el transcurso de la reunión en la que fueron escuchados y, por supuesto, tenidos en cuenta, sobre los asuntos que les afectan en diferentes ámbitos de su vida y porque con sus aportaciones hacen que Castelló sea cada día una mejor ciudad, más amigable con la infancia.
Y es que los más jóvenes de la capital de la Plana tienen claro lo que quieren y así lo demostraron en este Consejo Municipal.
Poner fin al maltrato animal y crear un refugio para ellos, que un policía vigile las calles a la hora de cruzarlas para ir al colegio, becas para todos, mejores condiciones laborales y la creación de puestos de trabajo, que la ciudadanía y los negocios respeten los horarios nocturnos y más espacios y actividades para pasar tiempo en familia como un huerto urbano o un espacio multiaventura fueron las primeras peticiones.
A estas se sumaron más tarde, las de tener fuentes en los colegios y que las obras en los mismos se hagan en verano, botiquines en las aulas, la promoción del respeto a las personas LGTBIQA+ con charlas en los colegios, incentivar acciones para erradicar o disminuir la violencia, la construcción de más centros de salud y hospitales, la creación de más rampas y parques con zonas verdes habilitadas para niños con diversidad funcional al igual que instalaciones deportivas y baños adaptados, medicamentos más baratos y mejoras relacionadas con la salud mental de los más pequeños de Castelló.
Pero lo niños no se quisieron olvidar de solicitar más espectáculos durante las fiestas y más ferias para poder disfrutar, un mayor número de columpios, bancos en los parques con árboles y flores, centros deportivos con actividades gratuitas e instalaciones para practicarlas al aire libre, más farolas para que no haya lugares oscuros y mejorar la limpieza de las calles de la ciudad.
Finalmente, todos hicieron hincapié en la necesidad de que se les escuche con el fin de hacer, entre todos, el mejor Castelló, una ciudad más amigable con la infancia y la adolescencia.
Marco mostró su satisfacción por las aportaciones de los más pequeños de la capital de la Plana que hicieron un perfecto ejercicio de responsabilidad para mejorarla y hacerla crecer.
