Ayuntamiento de Castelló

Así salvó Castelló su presupuesto

El tripartito aprobará las cuentas del 2023 en plazo y forma después de desbloquear una compleja negociación marcada por la inflación, la crisis energética y el aumento de gastos

Fernando Navarro, la alcaldesa Amparo Marco, Monica Barabás e Ignasi Garcia, en la presentación de los presupuestos.

Fernando Navarro, la alcaldesa Amparo Marco, Monica Barabás e Ignasi Garcia, en la presentación de los presupuestos. / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló aprobará antes de la entrada del 2023 los presupuestos municipales del próximo año. El camino hasta la meta ha sido de lo más enrevesado. La irrupción de la inflación, el conflicto de Ucrania y la crisis energética obligaron a modificar los planes sobre la marcha, poniendo a prueba la capacidad de los partidos que forman el Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EUPV) para maniobrar sin quebrarse en el tira y afloja y alcanzar los acuerdos.

El Acord de Fadrell afrontaba su último proyecto de Presupuestos del presente ciclo con «urgencia para cerrar el acuerdo», según apuntan a Mediterráneo fuentes de la negociación. La proximidad del fin de legislatura, las diferentes crisis arrastradas durante estos tres años y medio y la amenaza de la pérdida del bastón de mando de la ciudad en mayo de 2023 hacía presagiar que la negociación --porque así interesaba a todas las partes- sería rápida. Es más, la instrucción de la alcaldesa Amparo Marco para la elaboración de los Presupuestos de cada concejalía pedía los números antes que nunca, el 30 de junio.

Ante el riesgo de la coyuntura económica, se ordenaba un gran esfuerzo en año electoral: ni un incremento respecto a las cuentas del 2022. Sin embargo, los primeros datos que afloraron cuando se recogieron las peticiones de cada concejalía esfumaron la fe en un negociación rápida: el 20 de julio, el incremento en el capítulo de bienes y servicios era de 9 millones de euros respecto al curso anterior.

El encaje de números

Así las cosas, después de la pausa del mes de agosto y después de descartar incluso la posibilidad de asumir unos presupuestos prorrogados en año electoral, el Acord de Fadrell empezó a tratar de encajar los números. Por ejemplo, el Patronato de Deportes necesitaba un millón más de aportación para evitar los problemas sufridos en el presente año para pagar sus suministros energéticos. No eran los únicos que necesitaban más: Reciplasa, 2’5 millones, los contratos de recogida de basura y limpieza, 1,2 millones, el transporte público, 800.000 euros, el gas de los colegios, 200.000. El precio de la energía y de los materiales hacía imposible para algunos departamentos cumplir la instrucción de no incrementar gastos ordinarios. Su esfuerzo debían asumirlo otros.

Disconformidad

Con esa certeza, y dos meses después de la recogida de los Planes Departamentales de todo el Ayuntamiento, la cifra de gastos todavía estaba 7 millones por encima de lo previsto. La concejala de Hacienda, Monica Barabás (PSPV), y su departamento habían empezado a ajustar incluso contra el criterio de sus propios compañeros de grupo municipal, pero aún estaban lejos de los objetivos. En paralelo, los socios del tripartito (Compromís y Podem) veían sus cuentas esquilmadas, particularmente en las áreas de Cultura y de Transición Ecológica, que veían sus políticas amenazadas por los sacrificios de la inflación.

A punto del bloqueo

Con ese panorama, y ante el riesgo de no cuadrar los ingresos, Podem y Compromís trataron de buscar una pinza para reabrir el debate sobre los ingresos siendo imaginativos con las haciendas locales, pero el grupo socialista se cerró en banda a tocar los ingresos. Durante unos días, según estas mismas fuentes, el Presupuesto parecía «bloqueado». 

Sin embargo, los esfuerzos finales durante octubre, y las cesiones de los socialistas a sus socios en materia de recursos humanos y políticas energéticas y de rehabilitación, permitieron cerrar, el 4 de noviembre, unos números que harán posible que el Acord de Fadrell llegue a final de año con las cuentas aprobadas, y encarar ya el inicio del 2023 con la mirada puesta en reeditar su mayoría en las elecciones del 28 de mayo. 

El resultado

El resultado palpable es un presupuesto de 195,8 millones de euros que podría verse incrementado con futuras partidas que procederían de fondos europeos

Las cuentas adquieren especial relevancia puesto que se desarrollarán en año electoral, y se basan principalmente en el bienestar ciudadano, con 16,7 millones de euros en inversiones. Culminado todo el proceso, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco (PSPV), pudo presentar el miércoles el documento económico. Lo hizo junto a los tenientes de alcalde Ignasi Garcia (Compromís) y Fernando Navarro (Podem) y la concejala de Hacienda, Monica Barabás (PSPV). 

Tal y como destacaron, se trata de un presupuesto que está dirigido «al mantenimiento y refuerzo de las políticas sociales, verdes y de impulso económico» y que incluye también el dinero destinado a los tres patronatos municipales: Deportes (7,1 millones de euros), Fiestas (2,2 millones) y Turismo (1,3 millones).

«Son unas cuentas pensadas para mantener en 2023 el gran objetivo del bienestar ciudadano, con acciones, proyectos y servicios que ayudarán a seguir transformando la ciudad», dijo la alcaldesa Amparo Marco

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