Rezos, reproches e incidentes ante la cruz del Ribalta durante su retirada

El ambiente en las inmediaciones de la cruz del Ribalta se caldea en los momentos previos a su retirada para posterior traslado a la explanada de la iglesia de Santo Tomás en la zona de Rafalafena. Después de los reproches e insultos recibidos por los políticos de Compromís, miembros de la corporación municipal del Ayuntamiento de Castelló que ha encabezado esta polémica actuación, se han vivido más momentos de tensión sofocados por la nutrida presencia de agentes de la Policía Nacional.

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Una mujer ha accedido al recinto vallado y ha sido retirada por parte de los policías desplazados al lugar. La mujer en cuestión estaba muy exaltada ante la retirada de la cruz y ha permanecido en la zona. Este suceso se asemeja al protagonizado ayer por el presidente de la Plataforma de defensa de la cruz del Ribalta, Javier Torres, que intentó encadenarse a la cruz con unas esposas, impidiendo también esta acción dos agentes de la Policía Local.

Por su parte, un grupo de mujeres rezaban a la Virgen María ante lo que consideran un ataque a la fe católica. En estos términos se ha manifestado por cierto Norberto Domínguez, portavoz de Abogados Cristianos, que ha asegurado que “la cruz se tiene que quedar como está”, prometiendo que en un hipotético cambio de gobierno en el Ayuntamiento “exigiremos el compromiso de devolverla al Parque Ribalta”.

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Domínguez ha proseguido con su alegato de la siguiente forma: “Hace dos días el Juzgado rechazó las medidas cautelarísimas porque no veía inminente la retirada. Es un símbolo cristiano; su retirada genera odio y crispación”. Ha proseguido el portavoz de este colectivo contrario al traslado de la cruz que “no es necesario gastar más de 70.000 euros en este traslado”, al tiempo que afirma que la actual Ley de Memoria Histórica “no ampara la retirada de símbolos religiosos sin significación política como este, que hace 40 años que es solo religioso”. Por último ha acusado al PSOE y a Compromís de “odio sectario”.