Las restricciones a los servicios de vehículos de transporte con conductor (VTC) --limitación a sus licencias o dónde estacionar en la ciudad-- que el Ayuntamiento de Castelló preveía contemplar en la nueva ordenanza de movilidad a petición del sector del taxi ponen en jaque la aprobación definitiva del documento municipal de la Plana en la actualidad.
El consistorio, a través de los servicios jurídicos, está estudiando ahora qué hacer a este respecto después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haya tumbado las ordenanzas de los consistorios de València y Elche que sí que contemplan ya estas limitaciones a las VTC.
Temor
Desde el área de Movilidad, temen que en el caso de incluir estas restricciones en el texto de Castelló, la CNMC actúe de la misma forma que lo ha hecho en estas dos localidades valencianas y también eche atrás la ordenanza de la capital. Por este motivo se ha paralizado la aprobación definitiva del documento castellonense hasta encontrar una solución por parte de los juristas.
Así lo explicó ayer el concejal de Movilidad, Jorge Ribes, al periódico Mediterráneo. «Teníamos toda la documentación preparada, porque ya se han resuelto las alegaciones, para llevar la aprobación definitiva a un próximo pleno pero la decisión de la CNMC con respecto a València y Elche nos ha hecho reflexionar y ahora estamos estudiando cómo solucionar esta situación», detalló el edil a este diario.
"Nosotros estamos al lado del sector del taxi, cuyos derechos defendemos porque es un servicio público"
«Nosotros estamos al lado del sector del taxi y defendemos sus derechos porque es un servicio público», afirmó Ribes.
¿Y el patinete?
La paralización de la aprobación de este texto municipal afecta también no solamente afecta a las VTC, si no también a la regularización del uso del patinete, cada vez más en auge. Esta normativa, que por el momento no verá la luz de forma definitiva, contempla la edad mínima de 15 años para la utilización de este vehículo y la obligatoriedad del uso del casco.
El documento municipal armoniza los distintos usos de la vía pública y los espacios urbanos y presta especial atención a los peatones, ciclistas y hace hincapié en las personas con movilidad reducida y el transporte público. Defiende, asimismo, una ciudad que fomenta la creación de espacios verdes y una ciudad que prioriza la creación de zonas peatonales en la que las personas sean el eje de las políticas públicas. También desarrolla las normas generales de circulación en las zonas 30 y sobre la carga y descarga, así como las medidas de promoción del transporte público.
Sin embargo, y por el momento, la puesta en marcha de esta ordenanza tendrá que esperar debido a las últimas decisiones de la CNMC que han frenado su puesta en marcha, al menos, en los próximos meses.