La transformación de la avenida Rey don Jaime: de epicentro comercial a hostelero

Establecimientos de comida asiática o mediterránea levantan la persiana en el vial en los últimos meses

Restaurantes situados en la avenida Rey don Jaime.

Restaurantes situados en la avenida Rey don Jaime. / David García

Iván Checa

Iván Checa

La avenida Rey don Jaime de Castelló experimenta una transformación en los últimos meses, pues de ser una arteria fundamentalmente comercial está pasando a convertirse en un punto neurálgico para disfrutar de la gastronomía.

Locales que hace unos años alojaban una farmacia, una pequeña tienda de ropa o una relojería se han convertido recientemente en restaurantes con propuestas muy diversas. Incluso cafeterías han dado el salto a las comidas y cenas.

Entre las aperturas más recientes figura la cadena valenciana de restaurantes asiáticos Little Thai, en el número 62 de la avenida, a finales del mes de marzo. Su establecimiento se ubica en el espacio que ocupaba una tienda, una joyería y una administración de loterías y apuestas del estado.

Fachada del restaurante Little Thai.

Fachada del restaurante Little Thai. / DAVID GARCIA FERNANDEZ

Unas semanas antes hacia lo propio Ryukishin, especializado en ramen, en el número 98, ocupando esta vez una establecimiento de hostelería que había cerrado, al igual que el restaurante mexicano Los Chamacos, que levantó la persiana el 17 de septiembre donde antes existía una cafetería.

Café 56, en el mismo número que le da nombre, seduce con su propuesta de comida más mediterránea y local desde el último trimestre del año pasado en el antiguo local de una farmacia. 

Antecedentes

Varios meses atrás se remonta la inauguración de Oh my Bowl, en el número 36, antes otra tienda de ropa. La secretaria general de Confecomerç Castellón, Tere Esteve, confirma a este periódico la tenencia por estos negocios. «Las calles comerciales se están convirtiendo en zonas de hostelería o servicios», analiza, instando a las administraciones a impulsar un plan de apoyo al comercio minorista de la ciudad.

«Preferimos que los locales tengan actividad en lugar de estar cerrados, pero las instituciones deben actuar para que las ciudades y sus centros no se queden sin comercios», apunta Esteve.

Monfort

Y es que, en la otra cara y a modo de ejemplo, la última clausura de un comercio es la de los míticos almacenes Monfort del centro, en Rey don Jaime y la calle Alloza. Una muestra más del cambio de actividad que se está experimentando en algunas calles del centro de la capital.