¿Quieres que tu matrimonio dure 50 años? Descubre cómo

En una época en la que las parejas se conocen a golpe de Tinder y se separan con un tweet a la misma velocidad que uno cambia el vestuario de temporada, se antoja de ciencia ficción que un matrimonio pueda prolongarse durante medio siglo. Para conocer el secreto de esta extraordinaria longevidad amorosa resultan inestimables actos como el homenaje que brindó el pasado viernes el Ayuntamiento de Castelló a 55 parejas que han cumplido sus bodas de oro, es decir, 50 años de matrimonio.

Bien es cierto que esto no supone siempre cinco décadas de amor, puesto que para muchos el sí quiero llegó tras un más o menos largo noviazgo que no pocos iniciaron con apenas 15 años para prolongarlo durante una década.

50 ó 60 años atrás, pues, el flechazo no surgía a través de una aplicación de móvil, sino en guateques y fiestas de todo tipo, donde brotaba una atracción mutua inmediata o una pasión que se iba cocinando a fuego lento.

Si preguntamos por los ingredientes para que el plato resultante haya sido tan satisfactorio que no han dejado de saborearlo año tras año, década tras década, algunas palabras se repiten: paciencia, saber aguantar, tolerar errores, apoyarse ante los problemas...

Todos coinciden en que el mejor fruto de su unión, de ese día en el que se hicieron ojitos, son sus hijos y nietos. Con ellos comparten una felicidad inagotable que quieren prolongar hasta las bodas de diamante, 60 años de casados... y más allá.  

Carlos Agustí y María Taboada: «Hace falta paciencia y apoyarse»

Carlos Agustí y María Taboada no olvidarán la Navidad de 1974. Fue entonces cuando se conocieron «y poco a poco se fue fraguando una relación que lo más bonito que nos ha dado son nuestra hija y nuestra nieta», reconoce Carlos. Con 70 y 67 años, respectivamente, son probablemente la pareja más joven de las que homenajeó el Ayuntamiento de Castelló el viernes, por lo que «ahora vamos a por las bodas de diamante». Para alcanzar este objetivo seguirán haciendo gala de «paciencia y apoyarnos en los malos momentos», afirma María.

Víctor Miralles y María Escrig: "Ahora las parejas ya no duran"

Unas fiestas de la Magdalena unieron a Víctor Miralles y María Escrig cuando tenían 15 años. Nueve de noviazgo y 50 de matrimonio después, la experiencia que acumulan a sus 76 años les lleva a afirmar que para un amor tan longevo «hay que saber estirar y aflojar cuando toca, aguantar si uno de los dos hace algo mal, porque hoy a las primeras de cambio uno se va a su casa y el otro con su madre», dice Víctor. María recuerda que en sus bodas de plata «hicimos una cena con la familia» y asegura: «Lo mejor son nuestra hija y nieta».

José Manuel Tello y Mª Dolores Gómez: "Lo celebraremos con un viaje"

Muchos no recordarán la discoteca Samaray, pero allí José Manuel Tello y Mª Dolores Gómez, con 19 y 18 años, respectivamente, se hicieron amigos «y poquito a poquito nos hicimos novios», rememora él. La boda tuvo que esperar cinco años, con el servicio militar de por medio, y desde entonces se les han pasado volando 50 años de matrimonio «porque nos llevamos muy bien y nos queremos mucho», concuerdan. Y para celebrarlo por todo lo alto, organizan «un evento en el que nos juntamos con toda la familia y más adelante realizaremos un viaje». 

Santiago Fabrega y Fuencisla Ramírez: "Juntos en las buenas y en las malas"

La historia de amor de Fuencisla Ramírez y Santiago Fabrega, ambos de 76 años, no dura 50 años sino 60, porque antes de casarse a los 25 ya llevaban una década de noviazgo. «Nos conocimos en Pascua, lo normal en aquella época, juntándonos en un maset para bailar», recuerdan. Para ella «todo ha sido bueno, cuando nos ha ido bien lo hemos disfrutado, y cuando hemos tenido penas las hemos pasado juntos». Cumplieron los 50 de casados justo el día de San Valentín y quieren «seguir muchos años juntos, aunque seamos muy viejitos, pero con salud los dos». 

Suscríbete para seguir leyendo