La alegría de volver a las aulas al cabo de 50 años en Castelló

Un total de 59 castellonenses se reunieron en el actual IES Penyagolosa (antiguo Instituto Femenino) para rememorar sus años en el centro, cuando eran niñas.

El recuerdo de la vuelta a las aulas en Castelló

Gabriel Utiel

Paloma Aguilar

Paloma Aguilar

Castellón

Los recuerdos del colegio son, en muchas ocasiones, imborrables y se quedan para siempre en el corazón. Y así ha sucedido para las 59 castellonenses que ayer revivieron su estancia en el antiguo Instituto Femenino (actual IES Penyagolosa) cuando eran niñas de entre 11 y 12 años que cada día acudían al centro, por aquel entonces a las afueras de la ciudad, para asistir a las clases de su primer año de bachiller.

Las castellonenses que ayer participaron en el encuentro.

Las castellonenses que ayer participaron en el encuentro. / GABRIEL UTIEL

A mediodía, quedaron en las instalaciones del centro educativo donde las sonrisas y los saludos fueron las protagonistas y ya dilucidaban una grata jornada que concluyeron con una comida de hermandad en un hotel de la capital. Tras ser recibidos por el director del centro, recorrieron el edificio --sin entrar en las aulas porque estaban los actuales alumnos en clase-- y llegaron hasta el salón de actos donde recordaron los exámenes que allí hacían.

En el salón de actos donde recordaron sus exámenes.

En el salón de actos donde recordaron sus exámenes. / GABRIEL UTIEL

El instituto se convirtió para estas castellonenses en su universo particular, al que acudían por primera vez solas y sentían esa responsabilidad que sus padres ya les habían inculcado. Numerosos profesores que les marcaron para toda la vida y que ayer salieron a relucir, entre sonrisas.

El director de entonces, Víctor Bort; las maestras Rosario Oñate e Isabel María Roca que les enseñaban matemáticas; Carlos Armiño, de dibujo; José Luis Aguirre, literatura; Edelvira Sánchez, de Ciencias Naturales; y otros muchos como Teresa Pelecha, Carmen Adall, María Luisa Bernat, Pedro Gras, Maríaa Luisa Castaño, Nieves Pérez o Pilar Marco.

No se olvidaron de mossén Royo y de don Leoncio que las aplicaba en francés. Las horas de gimnasia en el patio o la asignatura de Formación del Espíritu Nacional además del libro de recetas donde aprendieron a hacer leche frita o las clases de costura donde aprendieron a coser los centros de mesa, las camisetas o los canesús para bebés se agolparon en la mente de estas vecinas que guardan como los mejores tesoros de su niñez y de su juventud.

Otra imagen para el recuerdo.

Otra imagen para el recuerdo. / GABRIEL UTIEL

Y, cómo no, la profesora de música, muy conocida en la ciudad, Conchita Mateu. En su coral participaron numerosas alumnas que también ayer se acordaron de un viaje que realizaron a Granada para un encuentro de corales, o las excursiones al Monasterio de Piedra y a Mallorca, experiencias que las enriquecieron para siempre.

Además, durante las fiestas de la Magdalena, en las que tenían tres días de clase hasta las 12.00 horas, quedaban con los chicos del IES Ribalta en la plaza María Agustina.

Y ayer, 50 años más tarde, con edades entre los 65 y los 67 años, los recuerdos estuvieron a flor de piel.  

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