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Quejas vecinales en la calle Sanahuja de Castelló: "Los coches pasan como balas y solo hay un semáforo"

Los residentes de la zona exigen medidas de control de la velocidad de los vehículos, y denuncian los ruidos y la contaminación que provocan

Los vecinos de Sanahuja denuncian el riesgo de la velocidad del tráfico

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Gabriel Utiel

Iván Fernández

Cada día cruzar la acera, para los vecinos de la calle Sanahuja de Castelló, es un deporte de riesgo. Vehículos que superan con creces los 50 kilómetros por hora, así como automóviles aparcados en doble fila, convierten en una aventura el paso por la calzada en este vial.

Además, el peligro de un atropello aumenta en las horas de entrada y salida al colegio Obispo Climent, cuando los alumnos del centro empiezan o terminan su jornada educativa. También se unen a esta queja los problemas de ruidos y emisiones contaminantes que supone la alta frecuencia de tráfico que provoca inconvenientes a los residentes en esta zona.

La presidenta de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Raval San Félix y Plaza Clavé, Mariló Gozalbo, propietaria de un negocio en la calle Sanahuja, asegura que "los coches pasan como balas" y recuerda que "solo tenemos un semáforo para regular el tráfico, que se instaló hace cinco años, después de un atropello con fallecidos".

Una imagen del tráfico que transita a diario por la calle Sanahuja y provoca inconvenientes a los vecinos.

Una imagen del tráfico que transita a diario por la calle Sanahuja y provoca inconvenientes a los vecinos. / Gabriel Utiel

Por eso, Gozalbo reclama un nuevo semáforo disuasorio y se suma a la petición de otros residentes en la calle que piden badenes y otros recursos que limiten la velocidad de los vehículos que transitan por la zona.

Entrada y salida del colegio

Aparte, la portavoz vecinal incide en la presencia de escolares en la calle, sobre todo a la hora de entrar y salir del colegio Obispo Climent. "A las 9.00 horas, se produce un verdadero problema, porque es cuando los niños y las niñas entran a clase, y hay muchos coches de los padres aparcados en doble fila, lo que incrementa el riesgo. Por suerte, hay presencia de Policía Local por la mañana, pero no en la salida", explica Gozalbo.

Se añaden las molestias de ruido y contaminación que supone el continuado paso de automóviles. Los residentes en Sanahuja no entienden la razón por la que la calle San Félix fue declarada Zona de Bajas Emisiones (ZBE), mientras que en su vial no hay restricciones.

Edificio abandonado

Los vecinos de Sanahuja también muestran su descontento por la situación del edificio situado en la esquina de la calle Pare Vicent. La vivienda, que en su día albergó la papelería Clarión, ahora está en ruinas y, desde el pasado mes de marzo, vallado tras caerse trozos de una pared. Lo que consideraban una situación provisional, se prolonga ya desde hace meses.

"Es peligroso, porque está en una situación de abandono. No sé si debe ocuparse el propietario o el Ayuntamiento", señala Gozalbo que afirma que "hemos trasladado estas quejas al consistorio, pero no hemos recibido respuesta".

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