Un selecto grupo de 150 espectadores pueden tener el privilegio de ver los primeros minutos de Pablo Hernández con la camiseta del primer equipo del Castellón, que afronta esta tarde en el municipal de Benigànim (20.00 horas) su primer amistoso de pretemporada.

Será un partido lleno de alicientes y debuts. Pablo centrará toda la atención, pero se podrían estrenar con la albinegra hasta nueve fichajes más: el portero Iván Martínez; los centrales Edu Luna, Yac Diori y Kevin Sibille; los laterales José Mas y Salva Ruiz; los centrocampistas Borja Martínez y Koné y el delantero Mario Barco. Asimismo, redebutarán el central Alejandro Marcos (cedido la pasada temporada en la Llagostera) y el mediapunta Jesús Carrillo, que vuelve tras su préstamo de una campaña en el Real Murcia. 

Pero no solo habrá morbo sobre el césped. Aunque no sea un recién llegado, Sergi Escobar también vivirá el primer compromiso de pretemporada como un día muy especial. El técnico almazorense, que se hizo cargo del Castellón a falta de dos jornadas para terminar LaLiga SmartBank y con el equipo prácticamente descendido, tiene una oportunidad de oro para seguir haciendo historia en el club, después de que fuera el artífice del ascenso a Segunda División B en la temporada 2017/18, cuando llegó a Castalia a mitad de temporada sustituyendo en el banquillo a Frank Castelló. 

En aquella ocasión se convirtió en el líder de un proyecto que quería recuperar el fútbol profesional en un año y que acabó con el prematuro despido de Sergi Escobar, provocado por la impaciencia del entonces gestor José Miguel Garrido, que había hecho un importante desembolso económico para confeccionar la plantilla. 

Ahora, tres años después, el fútbol vuelve a brindar una oportunidad al míster almazorense para entrenar al equipo de sus amores en una categoría superior, ya que la nueva Primera RFEF se antoja mucho más exigente que la antigua Segunda B, con tan solo dos grupos de 20 equipos que lograron el ascenso desde el pasado curso o que vienen de competir en LaLiga Smartbank, como es el caso del propio Castellón.

El objetivo para la próxima campaña no puede ser otro que  pelear por el regreso al fútbol profesional y volver a disfrutar del mejor fútbol en Castalia. No será nada sencillo, por el camino habrá que lidiar con proyectos ambiciosos que también tienen la meta de LaLiga, como es el caso del Albacete, Sabadell o Andorra, y con filiales de Primera División como el Barcelona B, Villarreal B, Madrid Castilla, Sevilla B o Betis B. 

Mucha competencia

Una competición que se prevé muy disputada y que arrancará el fin de semana del 29 de agosto con todo un partidazo en el Carlos Belmonte de Albacete entre el equipo manchego y el Castellón. Dos clubs que vienen de Segunda A y que sueñan con regresar el próximo curso a una categoría que les corresponde por historia y afición. Será también, si la evolución de la pandemia del covid no lo impide, la temporada del regreso a Castalia, después de que el pasado curso la afición del Castellón no pudiera ver a su equipo en el fútbol profesional, salvo los dos últimos encuentros ante Ponferradina y Rayo Vallecano, ya con pie y medio en la nueva categoría Primera RFEF.

Sin duda, un ejercicio futbolístico que se prevé apasionante y que empieza hoy para el Castellón. De momento, lo importante es ir cogiendo la forma y hacer probaturas, pero el duelo servirá para ver a Pablo de albinegro.