El número exacto de espectadores que verán este sábado (17.00 horas), en vivo y en directo, el Castellón-Barcelona B (Primera RFEF), depende de un algoritmo. Es la consecuencia de la aplicación de las nuevas medidas de la Generalitat Valenciana en materia de afluencia de público, «un 75% del aforo en espacios abiertos, aunque manteniendo un asiento de distancia en la misma fila en caso de asientos fijos; o 1,5 metros de separación, si no hay asientos fijos, salvo grupos de convivencia».
El Castellón trabaja con una empresa puntera en materia de control de accesos con el objetivo de optimizar la afluencia de público. Es decir, que con las limitaciones derivadas de la situación pandémica derivada del covid-19, que haya el máximo de seguidores orelluts posibles. La empresa valenciana IDSports, a través de la matriz Casfid, va dirigida «a eventos deportivos que permite potenciar la experiencia de los asistentes y optimizar los procesos para facilitar la labor de los organizadores». Es una marca que utilizan otros clubs de Primera División (Cádiz o Barcelona), además de la Euroliga de baloncesto o el Circuit Ricardo Tormo, entre otros.
Teniendo en cuenta la obligatoriedad de que exista una separación entre las unidades de convivencia, lo que hace el programa es agrupar a los socios que se inscriben para un determinado partido, con el fin de que se pueden sentar juntas y evitar un excesivo número de butacas vacías. Esto es, la afluencia de público viene determinada por la resolución del algoritmo del programa informático.
De 5.000 ¿a 11.500?
Debido a que las nuevas medidas de la desescalada se hicieron públicas el lunes y que permiten un sustancial aumento (de un máximo de 5.000 personas en el último partido ante el Atlético Sanluqueño, a alrededor de 11.500, el 75% del total de Castalia, con una capacidad oficial para 15.500 espectadores), el club ha prolongado la inscripción de abonados hasta este jueves a las 14.00 horas. Después, procederá al preceptivo sorteo ante notario y a la posterior comunicación a los socios agraciados, que recibirán la confirmación, en muchos casos, con poco más de 24 horas de margen, lo cual dificultará que se pueda cubrir ese máximo del aforo permitido desde el lunes.
Con estas restricciones, difícilmente podrán cumplirse el más optimista de los escenarios, la de ver a esos 11.500 espectadores (1.000 menos que socios tiene el club) contra el Barcelona B. Las previsiones apuntan a que Castalia pueda llenarse en torno al 60% (ligeramente por encima de los 9.000), ya en niveles previos a la pandemia. De hecho, al último encuentro en casa antes de la irrupción del coronavirus, el Castellón-Prat del 8 de marzo del 2020, acudieron 9.906 espectadores.
