Tener a Pablo Hernández en la plantilla del CD Castellón es un plus. El extremo castellonense aporta veteranía, calidad y ocasiones al conjunto albinegro, como ha demostrado desde que debutara con la elástica albinegra este curso en la Primera RFEF. Pero a ningún aficionado del conjunto orellut le ha pasado por alto la presencia en el centro del campo de un jugador de la talla de Dani Torres. Otro veterano del fútbol que da criterio y sentido al juego y, que en poco tiempo, se ha convertido en todo un ídolo en la sombra en el Estadio Castalia.
Daniel Alejandro Torres (Caquezá, Colombia, 15 de noviembre de 1989) ha completado su carrera deportiva entre su país natal y España. En Colombia, el internacional cafetero se formó en el Independiente de Santa Fe, para después ir ganando experiencia y minutos en otros clubs como Atlético Nacional e Independiente de Medellín, en los que siempre ha acabado siendo uno de los referentes tanto fuera como dentro del vestuario. Ganador del Torneo Apertura, de la Supercopa de Colombia y semifinalista de la Copa Libertadores, entre otros éxitos, Dani Torres vivió su primera aventura en España en el Deportivo Alavés, del 2016 al 2019.
Rumbo a España
En Vitoria vivió una primera campaña sensacional, debutando contra todo un Atlético de Madrid y contribuyendo a que el Alavés fuera subcampeón de la Copa del Rey (cedió en la final ante el Barcelona por 3-1). Sin embargo, y pese a jugarlo todo aquel primer año, fue perdiendo protagonismo y minutos, y en el mercado de invierno del 2019 fue cedido al Albacete, con el que jugó el play-off de ascenso a Primera. Ya en enero del 2020, al ver que no iba a ser protagonista en el Alavés, rescindió su contrato para marcharse al Zaragoza, con el que también peleó por subir a la máxima categoría.
En Zaragoza se asentó y, tras quedar sin equipo y estar ejercitándose en solitario, el invierno pasado el Castellón llamó a su puerta para reforzar el equipo en busca de la permanencia en Segunda. No fructificaron las negociaciones entre ambos y el colombiano se marchó al Albacete.
Este verano sí se dieron todas las circunstancias para que Dani Torres acabara vistiendo la elástica del Castellón y el centrocampista sudamericano lidera ya al equipo de Sergi Escobar, haciendo el trabajo sucio, ese que no es tan vistoso y que muchas veces no se valora, y aportando tanto en ataque como en defensa, como demostró en el encuentro del pasado sábado contra el Barcelona B.
Dani Torres, con más de 370 partidos oficiales en su carrera, ha demostrado entenderse a la perfección tanto con Borja Martínez como con Carles Salvador en el centro del campo. Desde su debut el pasado 5 de septiembre contra el Sevilla Atlético, el internacional colombiano no ha soltado la titularidad y son sus dos compañeros los que han alternado los minutos. Con el primero formó dupla ante el filial andaluz, el Linense, el Sanluqueño y el Cornellà, si bien fue Carles Salvador el que le acompañó el en centro del campo contra el filial del Barcelona y también completó un partidazo ante su afición.
Sus orígenes
Aunque actualmente sigue siendo un futbolista top para un equipo como el Castellón y podría estar jugando en una categoría superior, a Dani Torres le ha tocado vivir capítulos de todo tipo en su vida. Tanto es así, que cuando era joven quiso dejar el fútbol para ayudar a su madre en una pequeña tienda y, bastantes años más tarde, cuando ya había debutado en la primera división de su país, un problema familiar le llevó a meterse en el mundo de la bebida, como él mismo confesó, y pudo truncarse su carrera.
Por fortuna, el colombiano se dio cuenta de sus errores a tiempo, se encomendó a Dios y asentó la cabeza, recuperando su mejor forma física y volviendo a vivir del fútbol, algo por lo que había soñado desde bien pequeño y que, a día de hoy, sigue haciendo en el Castellón.
