El Castellón B está en buena dinámica a pesar de caer la pasada semana ante el líder, el Tavernes Blanques. Las sensaciones los demuestran y los números lo recalcan y lo ponen sobre la mesa. El filial orellut compite esta temporada en Primera Regional por primera vez después que el CD Castellón absorbiera la estructura femenina del Joventut Almassora. De este modo, el filial almazorense pasó a ser el albinegro, y el que ya tenía formado, con jugadoras juveniles, este curso es el Castellón C.
El equipo femenino del Castellón no está defraudando. De hecho está haciendo todo lo contrario. El cuadro albinegro es segundo en la tabla clasificatoria dentro del Grupo I de Primera Regional, a solo tres puntos del primer clasificado, precisamente su contrincante el pasado fin de semana, después de conseguir seis victorias en las primeras siete jornadas del campeonato liguero.
Trayectoria triunfal
En el estreno de la temporada el filial superó al Faura (0-2) con un doblete de Alba March, un debut que no hizo sino avanzar lo que estaba por llegar. Una semana más tarde el cuadro orellut no dio opción al Mislata B, que cayó en la capital de la Plana (5-2) fruto de los tantos de Georgiana Ionescu y Míriam Prades, ambas por partida doble, y la diana de Lidia Marín.
En la tercera jornada el conjunto de Manu Font venció (0-2) al Rafelbuñol con un nuevo doblete de Alba Marc, que firmó cuatro goles en las tres primeras jornadas. Pero lejos de detenerse, las castellonenses superaron al Pedralba en casa (1-0) con un solitario tanto materializado por Lidia Marín, y vapulearon al Cheste a domicilio, al que endosaron un 0-7 en un festival albinegro firmado por Lucía Cálper, que hizo un triplete, Lidia Marín con un doblete, amén de las dianas que lograron Alba March y Míriam Prades.
Duelo por el liderato
En la penúltima jornada el Castellón B también salió victorioso. Hace dos semanas el equipo superó al Camporrobles con goles de Laura Benavent, Lucía Cálper y Míriam Prades. Sin embargo, en la última jornada las albinegras cedieron su primera derrota del curso ante el líder, el Tavernes Blanques, en un encuentro en el que estaba en juego el primer puesto.
El filial orellut debe ser un auténtico vivero para el primer equipo, que actualmente milita en Reto Iberdrola. Y es que la progresión de las jóvenes jugadoras con mezcla de otras futbolistas con mayor recorrido está dando sus frutos. El equipo está comprometido, el vestuario es una familia, la prestaciones son inmejorables y los resultados son francamente positivos. ¿Qué más se puede pedir? El sueño es lograr un ascenso a Liga Autonómica que acercaría al filial a sus hermanas mayores.
