El CD Castellón que se ha visto en Castalia es el protagonista de la mítica novela de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. El conjunto albinegro mostró dos caras muy diferenciadas y, tan mala fue la ofrecida en el primer tiempo, que permitió que al San Fernando solo le hicieran falta esos horribles primeros 45 minutos para cocinarse la victoria. Aunque Sergi Escobar trató de corregir sus errores y el equipo salió mucho mejor en la segunda parte, la losa era demasiado pesada para revertir el resultado y haber sacado algún punto. Solo César Díaz marcó el gol de la honra.
El primer tiempo fue para olvidar. El conjunto andaluz hizo lo que quiso, sacando los colores a los jugadores del Castellón, totalmente desubicados y sin saber qué hacer las pocas veces que tenían el esférico en su posesión. Le ganó la partida táctica Nacho Castro a Escobar porque el tridente por el que volvió a apostar el técnico almassorí --en esta ocasión con Dani Torres por delante de los centrales y Carles Salvador formando pareja con Álex Blesa como organizadores-- hizo aguas.
Sin el control en el centro del campo, el cuadro orellut estaba a merced de su rival y los jugadores del San Fernando con cuatro pases se plantaban cómodamente en el área albinegra y no encontraban resistencia alguna. Biabiany tiró de veteranía para superar siempre a Sibille y a José Mas se le multiplicaba por su banda Ferrón. Mientras, Yac Diori hacía lo que podía pero tampoco ofrecía demasiada seguridad.
En una de esas aproximaciones al área, Rodrigo Sanz obligaba a emplearse a fondo a Iván Martínez, que enviaba con los puños el balón a córner. Fue el aviso más claro ya que, justo en la jugada siguiente, cuando se llegaba al minuto 30, Ferrón no perdonaba y sorprendía al meta en el primer poste con un giro dentro del área y un lanzamiento imparable.
Fue un premio justo para los andaluces, que estaban ofreciendo un recital de buen juego en Castalia ante un equipo que ni estaba ni se le esperaba, y que solo se acercó a la meta de Perales en tres ocasiones. Dos remates sin demasiado peligro que llegaron de las botas de César Díaz --uno se marchó alto y el otro lo atajó el portero del cuadro andaluz-- y un córner (el primero fue en el minuto 37) en el que los albinegros pidieron mano de Ferrón, pero que el colegiado no consideró.
Con esa desidia generalizada en las filas del Castellón no es de extrañar que el San Fernando sentenciara en el primer tiempo con dos goles en cuatro minutos. El primero en otra desgraciada jugada de Sibille --y ya van tres seguidas-- que se marcó en propia puerta (min. 42) y el 0-3 en una jugada en la que Rodrigo Sanz se plantó como Pedro por su casa ante Iván Martínez y le batió a placer.
Reacción insuficiente
Con esa jugada se dio por finalizado un primer tiempo horroroso y la arenga que debieron recibir los jugadores del Castellón debió ser de aúpa porque salieron como toros para afrontar la segunda parte. Como era previsible, Escobar revolucionó el equipo, dando entrada a Edu Luna y Cristian Galas (por José Mas y Sibille) y sentando a Bilal para dar entrada a Pablo Hernández, pasando a jugar con tres centrales y reforzando el centro del campo.
Nada tuvo que ver la imagen con la del primer tiempo. Con Pablo tirando de veteranía y Blesa con más libertad, el Castellón pronto vio puerta al aprovechar César un centro de Salva. Un minuto después, en el 54, Carles perdonaba el 2-3 y en el 60, Blesa obligaba a Perales a sacar con los puños un balón envenenado.
Al San Fernando ya no le gustaba tanto lo que estaba sucediendo, pero nunca temió por el resultado final. El Castellón pudo recortar distancias, pero también los andaluces pudieron ampliar el marcador y se acabaron llevando un triunfo justo de Castalia.
