Gimnàstic y CD Castellón, a medida que aumentan el número de enfrentamientos que engordan su historial particular, mantienen una rivalidad que, sobre todo en las dos últimas décadas, ha tenido episodios intensos, broncos, polémicos... Aunque no se cruzaron, por vez primera, hasta mediada la década de los 70 del siglo pasado, lo cierto es que ya coleccionan 35 cara a cara (tanto en la Costa Daurada como en la Costa Azahar); principalmente recordados los de este milenio, cuando, a caballo entre la Segunda B y la Segunda A, han luchado por objetivos idénticos, lo cual ha enervado los ánimos, tanto en el césped como en las gradas.
El Nàstic todavía recuerda, como especialmente negativa, la visita a Castalia de febrero del 2003, la del año del récord a los mandos de José Luis Oltra. El triunfo local, 3-1, quedó enturbiado cuando, tras el partido, los autobuses con el medio millar de seguidores granas fueron apedreados por ultras del Castellón, provocando algún herido leve y un enorme susto.
Ese día marcó un antes y un después en la rivalidad entre ambos conjuntos, avivada porque, debido a la cercanía de ambas ciudades, siempre ha sido numerosa la visita de ambas aficiones al estadio contrario (en la primera vuelta, ese duelo inaugural entre ambos, en Primera RFEF, ya hubo varios centenares de seguidores granas). Además, los Castellón-Gimnàstic (y viceversa) derivaron en un pulso habitual por el ascenso a Segunda A e, incluso, con apariciones en el fútbol profesional, al que aspiran, en medio de fuertes presiones y exigencias, en los play-off de Galicia de junio.
Precedentes más próximos
Además, aunque los números son muy parejos en esos 35 episodios previos de este historial (apenas dos triunfos más orelluts que granas, teniendo en cuenta que el resultado más habitual entre ellos ha sido el empate), lo cierto es que, en los últimos tiempos, el Nàstic se le ha dado bien al Castellón, que solo ha perdido ante su próximo oponente en uno de los ocho duelos más recientes.
Encuentros señalados
Además, la victoria más reciente del Castellón fue muy sonada. En puertas de la pandemia, los hombres de Óscar Cano ganaron en el descuento un partido que empezaron perdiendo en Castalia (3-2), a las puertas de la pandemia. Más de dos años después, es la última remontada albinegra en casa y, hasta el 1-3 en Sabadell del pasado 12 de marzo, era la última vez, a secas, que los orelluts ganaban un encuentro que habían comenzado por debajo en el marcador.
El encuentro de mañana tiene el aura de ultimátum para ambos, en el sentido de que el que no gane (especialmente, si es el Gimnàstic, un punto por debajo del Castellón), ya habrá perdido un elevado porcentaje de opciones de promocionar). Otro estímulo más y, sin duda, un factor psicológico fundamental a la hora de afrontar este soterrado derbi del Mediterráneo.
Las visitas a Tarragona
El Nou Estadi es un feudo donde el Castellón casi siempre ha pescado algo: en 12 visitas sobre 17. Los precedentes indican cinco victorias castellonenses, otras cinco tarraconenses y hasta siete empates. La última visita de la temporada 2019/2020 se saldó con empate (1-1): Rubén Díez adelantó a los de la capital de la Plana, pero, en el 85’, Brugui firmó las tablas.
Para encontrar el último triunfo albinegro hay que retroceder más de 12 años, concretamente a diciembre del 2009: fue por 0-1, gracias al tanto firmado por el internacional ecuatoguineano Emilio Nsue. Idéntico resultado al del primer Gimnàstic-Castellón, en la temporada 1974/1975, con un tanto del argentino José Juan Cioffi. J. F. roca
