El CD Castellón llega a las últimas seis jornadas con una ya más que alarmante sequía goleadora: cinco encuentros sin marcar (450 minutos, desde el 1-3 de Juanto Ortuño en el descuento de la Nova Creu Alta). Es el peor registro de toda la Primera RFEF (más que el ya descendido Betis Deportivo), lo que le ha situado como el quinto equipo menos realizador del grupo 2 con 32 goles en otros tantos encuentros, al igual que un Gimnàstic que los ha sabido rentabilizar mejor y solamente por delante de Sevilla Atlético (31), Linense (25), el filial verdiblanco (17) y el Costa Brava (17).
¿Dónde está el gol perdido? ¿Cuáles son las causas de esta anómala situación, tratándose un recién descendido de Segunda A y un candidato a promocionar? De entrada, la configuración de la plantilla ya atisbaba una difícil relación con el gol. Solo 11 de sus jugadores habían visto portería la pasada campaña, aportando un total de 24 tantos, con Kialy Abdoul Koné como pichichi con cinco. Mario Barco, por ejemplo, no había marcado desde junio del 2020. Suponía el primer aviso.
No era una delantera sobrada, por tanto. El navarro llevaba más de un año sin marcar; y Juanto Ortuño, César Díaz y David Cubillas, aun en una categoría superior también, no se habían salido. En este sentido, el club esperaba una gran mejora en la productividad de todos ellos, ayudados, sin duda alguna, por el fichaje estrella, el jugador-franquicia, el hombre de referencia en esta nueva categoría: Pablo Hernández.
El factor Pablo Hernández
Aun viniendo de una temporada difícil, la última suya en el Leeds, su calidad y currículo invitaban a pensar que podía moverse en una cifra de goles próxima a los dos dígitos, junto al complemento de varias asistencias. El Mago ha aportado solo dos (Albacete en el Carlos Belmonte y Real Madrid Castilla en Castalia), además de tres servicios. Unos registros claramente mejorables.
Curiosamente, Mario Barco (7) y David Cubillas (5) están en una producción anotadora aceptable arreglo a los minutos disputados (marcan cada 201 y cada 227 minutos, respectivamente). El problema es la escasa aportación de los otros dos atacantes: César Díaz está en tres dianas y Juanto Ortuño, en dos. Es decir, entre los cuatro delanteros natos del Castellón suman poco más del 50% (17 de 32). El problema es que tampoco la segunda línea ha reparado las urgencias, ni tampoco la defensa ha acudido al rescate, salvo los oasis de Koné (5) y Salva Ruiz (3).
El vacío
De no ser por el costamarfileño, el centro del campo y la mediapunta del Castellón tampoco han aportado las soluciones ofensivas requeridas. Bilal Kandoussi (2) y Dani Torres (1) son los únicos de esa segunda línea que han aportado, con jugadores como Vicente Esquerdo, Carles Salvador, Borja Martínez o Álex Blesa todavía en blanco. Porque ahí va otro dato: únicamente 10 jugadores del Castellón han marcado.
