Sin novedades sobre los movimientos accionariales, con la planificación deportiva en punto muerto, la afición del CD Castellón sigue expectante. En todo caso, el club debe prepararse para una nueva temporada en Primera RFEF, en la que la federación española tratará de subsanar algunos de los errores de la nueva tercera categoría del fútbol español tras un muy mejorable estreno, con una serie de requisitos más duros respecto al del curso que ya está a punto de concluir.
Aval bancario de 200.000 euros
Todos los clubes deberán aportar un aval, póliza o depósito del «10% del cierre de los gastos auditados del ejercicio anterior». En cualquier caso, habrá un mínimo de «200.000 euros». Además, la RFEF también añade avales adicionales para los clubs sancionados por la Comisión Mixta en temporadas anteriores, con un margen de 125.000 a 400.000 euros.
Presupuesto de al menos 0,7 millones
La RFEF, para evitar que se produzca un nuevo caso Extremadura (no llegó a acabar la temporada por los impagos, con otros clubs al límite), impone un presupuesto mínimo de al menos 700.000 euros con el fin de que los equipos puedan cumplir con sus obligaciones. En este caso, el presupuesto mínimo para la próxima temporada será de 700.000 euros. Además, ya contempla que, cara a la campaña siguiente, la 2023/2024, tenga que duplicarse hasta los 1,5 millones de euros. Aunque, para que se aplique, cada club debería cobrar 500.000 euros en derechos televisivos, algo prácticamente imposible a día de hoy, tras el conflicto entre las plataformas Fuchs Sports y Footters, con lo que se mantendría, también para el ejercicio siguiente, esa exigencia mínima de los 0,7 millones de euros.
Dieciocho licencias profesionales
Las plantillas deberán contar con al menos 18 licencias profesionales (P), en un paso más hacia la profesionalización de una Primera RFEF que, a efectos institucionales, todavía no está considerada como tal por todas las esferas. El Castellón podría disponer de 23 licencias o 24 (para un tercer portero), por lo que tendría incluso margen para reservar entre cinco y seis fichas sin ese rango, para los canteranos más pujantes.
Salario mínimo por jugador de 20.000 €
En aras de alcanzar esa profesionalización de la Primera RFEF, los clubs tienen que pagar un salario mínimo a todos sus jugadores. Tendría que ser de 35.000 euros, si los ingresos por televisión superasen el medio millón de euros (de nuevo un imposible); ni siquiera se llega al segundo escalón de los 350.000 euros en este concepto (entonces, el sueldo mínimo sería de 28.000), así que hay que acudir al tercer supuesto: 20.000 euros.
Adiós a los partidos sobre ‘moqueta’
El Castellón ya no jugará más en césped artificial. Desaparece el del Andorra, al ascender a LaLiga SmartBank; y también el del otro club de su grupo que lo tiene, un Cornellà que todo hace indicar que deberá desplazarse 12 kilómetros hasta La Bòvila de Gavà. Unionistas de Salamanca, San Sebastián de los Reyes y Dux Internacional de Madrid son otros de los clubs afectados. El Intercity de Alicante también deberá actuar.
Se eleva el aforo a 4.000 espectadores
Aunque la media de las afluencias de público han estado por debajo de los 4.000 espectadores, la RFEF eleva los aforos de los estadios a ese registro. Eso sí, la obligación federativa de que haya gradas perimetrales en todo el estadio cuenta con una moratoria de una temporada más, aunque el organismo que preside Luis Rubiales puede limitarlas, en caso de existir «impedimentos urbanísticos».
Luz suficiente para las retransmisiones
Para poder retransmitir, con unos mínimos estándares de calidad, los encuentros, cuando no haya luz diurna suficiente, requerirán de una iluminación artificial en los estadios que no esté por debajo nunca de los 600 luxes.
