Parece que sí, que la próxima será la definitiva. La semana que viene, Vicente Montesinos y Gustavo Ranucci sellarán por escrito el principio de acuerdo al que han llegado los últimos días, después de más de un mes de contactos y conversaciones, mantenidas cara a cara cuando el argentino se ha desplazado a la capital de la Plana, pero, sobre todo, telefónicas. El entente entre ambas partes, deportivo y económico, está próximo.
Mediterráneo ya les informó, el día de ayer, de que tanto el presidente como el empresario sudamericano han ido puliendo sus diferencias. Al parecer, la sintonía en qué tipo de proyecto deportivo se pondrá en marcha es más lejano, aunque, en los últimos días, Montesinos ha iniciado la maquinaria dirigida a contratar al nuevo inquilino del banquillo de Castalia, vacante desde que el equipo acabara de competir y Sergi Escobar presentara su dimisión, consciente, además, de que había perdido la confianza.
En ese nuevo escenario, está por ver qué sucede con Àngel Dealbert y, sobre todo, con Fernando Gómez Colomer.
Las negociaciones
El acuerdo entre las partes implicadas, desde el punto de vista económico, ha sido más arduo, debido a las dificultades de la entidad y a la búsqueda de fórmulas que satisfagan a todos. Es el secreto mejor guardado, y que debido a la discreción que acompañan estas complejas negociaciones, solo se hará pública en cuanto quede recogido ante notario y, luego, tengan el oportuno sello por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD).
En relación a todo ello, en los últimos días, los asesores legales de unos y otros acaban de repasar la documentación, por lo que el acuerdo no debería dilatarse más.
Sobre todo porque estamos a escasos día de que arranque oficialmente el curso 2022/2023 y el club lleva mucho retraso en cuanto a entrenador, jugadores que han acabado contrato y podrían seguir, otros a los que le puede suceder lo contrario...
Cambios en la cúpula
El aterrizaje de Ranucci supondría, además, una nueva vuelta de tuerca a los cambios que se avecinan en la cúpula. De hecho, Vicente Montesinos perderá al que ha sido su brazo derecho en los 5 años que lleva al frente de la entidad, un Jordi Bruixola que se enrola en el nuevo proyecto, con capital japonés, en el Burgos, de Segunda División.
Sin duda alguna, estamos ante un inminente un cambio de ciclo en toda regla en el CD Castellón, en la búsqueda de la estabilidad, en todos los frentes, que tanto tiempo lleva buscando y que puede volver a reactivar a la afición.
