CD CASTELLÓN

La crónica | El Castellón se queda helado en Las Gaunas (2-1)

Cristian avanza a los albinegros pero un doblete de Unzueta firma la remontada de la SD Logroñés

Raúl Sánchez defiende la posesión del balón ante un contrario.

Raúl Sánchez defiende la posesión del balón ante un contrario. / La Otra Foto

Lo tuvo, perdonó y lo pagó. El Castellón volvió a demostrar que, a pesar de competir bien, le cuesta, y mucho, ganar lejos de Castalia. El conjunto albinegro se avanzó al filo del descanso con un gol de Cristian y pudo abrir brecha en la reanudación, no lo hizo y encajó el 1-1 con un penalti innecesario cometido por Jeremy que transformó Unzueta. Pudo ponerse por delante de nuevo el cuadro orellut, con un remate de Raúl Sánchez, que remató al larguero, y Unzueta, que no marró, metió el 2-1 en el 81’. 

Las molestias de Indias y Salva Ruiz obligaron Torrecilla ha realizar dos cambios en la línea defensiva, dando entrada a Yac en el eje , junto a Óscar Gil, y también a Aarón, en el flanco izquierdo de la retaguardia, primeros minutos para el castellonense. Los orelluts formaron con un 1-4-3-3, con Manu Sánchez completando la zaga, repitiendo el trivote de la pasada semana ante el Murcia, compuesto por Calavera, Cristian y Giorgi; y  con el mismo tridente ofensivo, conformado por Bilal y Fabrício en bandas y ayer Raúl Sánchez como referencia ofensiva. 

El Castellón trató de decantar el juego hacia el campo contrario en un encuentro relativamente equilibrado en los primeros compases del envite. El georgiano Giorgi fue quien protagonizó el primer acercamiento, con un disparo lejano, sobre la meta de un Azón que atrapó el cuero. 

Alegría provisional

Los minutos pasaban y el duelo carecía de un dueño claro en el centro del campo, le estaba costando imponerse en la medular a la escuadra castellonense. Sin embargo, eso no fue óbice para que un centro de Cristian lo rematara Fabrício en el área, el brasileño rozó el posible 1-0 en el minuto 15.

No hubo muchas más opciones en ataque para los de Torrecilla, tampoco para los locales, salvo algún remate puntual del atacante Unzueta. Todo parecía que el primer tiempo moriría sin goles. No fue así. Raúl Sánchez asistió a Cristian Rodríguez y el centrocampista se sacó un derechazo cruzado desde fuera del área para inaugurar el marcador en Las Gaunas. Gol tan importante como psicológico, tanto para unos como para otros, y es que la diana llegó cuando apenas quedaban dos minutos para el descanso. 

La segunda mitad arrancó con alternativas. Raúl Sánchez pudo marcar el segundo, una diana que hubiera marcado un punto de inflexión en el encuentro, pero el madrileño no estuvo fino en la definición. La réplica para los riojanos la protagonizó Samanés, en una falta lateral que buscó portería, pero Alfonso Pastor rechazó el cuero con contundencia. 

No obstante, era el Castellón quien llevaba el peso del partido en el comienzo del segundo acto. En este contexto pudo poner tierra de por medio el cuadro orellut en una acción de Fabrício, que recibió de Raúl Sánchez, pero el brasileño cruzo el cuero en exceso y este se fue rozando la madera. 

Y se terminó cumpliendo una de las máximas del fútbol, cuando perdonas lo pagas y el equipo albinegro lo sufrió en sus propias carnes en el ecuador del segundo acto. Jeremy De León, que acaba de entrar en el campo, cometió un penalti evitable sobre Manny y Unzueta no marró para materializar la diana del empate. Todo volvía a comenzar en Las Gaunas.

Los discípulos de Torrecilla trataron de rehacerse y pudieron reaccionar con un remate de Raúl Sánchez, tras un centro de Fabrício desde la banda izquierda, pero el cuero se estrelló en el travesaño. Y de posible 2-1 se pasó al 1-2. 

Jarro de agua fría

El tanto del empate estimuló a los logroñeses, que se mostraron seguros en defensa y lograron el tanto de la remontada a nueve minutos de la conclusión. Un centro de Diegodesde la banda derecha lo remató a gol Unzueta con un remate en plancha en la frontal del área pequeña. Jarro de agua tan helada como la temperatura. 

Por debajo en el marcador fue un querer y no poder. Los albinegros intentaron encontrar el gol del empate pero la zaga rojiblanca, muy segura, estuvo impermeable ante las últimas acometidas. Segunda derrota consecutiva a domicilio para un Castellón al que le cuesta sumar de tres en tres fuera de casa, una situación opuesta de la que vive en Castalia.

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