El apagón del Castellón, en cinco 'flashes'

Tres derrotas en las últimas cuatro jornadas, la más reciente, la que aún escuece, para acabar con el hechizo de Castalia, donde hasta el pasado miércoles no se había escapado un solo punto, han activado las primeras alertas en el CD Castellón que, no obstante, aguanta a duras penas al frente del grupo 2 de Primera Federación. La libreta de Rubén Torrecilla echa humo, porque lo primero es el autoanálisis, encontrar los problemas para hallar las soluciones, que el extremeño ya deberá aplicar en cuestión de horas. Lo bueno de esta semana maratoniana es que apenas pasa tiempo de un partido a otro, y encima los albinegros tendrán la oportunidad de enmendar la plana el domingo al mediodía en La Planilla, donde espera un Calahorra que acaba de destituir a su entrenador, que es colista tras cinco jornadas sin ganar y tres derrotas seguidas.

¿Qué ha pasado? ¿Cuáles son las razones del súbito apagón del Castellón? Aquí van cinco flashes para arrojar un poco de luz.

Bajón generalizado: las prestaciones, a menos en lo colectivo

Josep Calavera no es el extraordinario centrocampista de las primeras jornadas, que igual te daba filtraba un pase que te robaba 10 balones. Raúl Sánchez ha perdido casi todo su brillo y desequilibrio, Cristian Rodríguez ya no aparece por cualquier zona del campo como antes, Kiaky Abdoul Koné desborda poco, Fabríco dos Santos tampoco deslumbra... Lo cierto es que el bajón global del Castellón es fruto del descenso en las prestaciones de la mayoría de sus integrantes y son solamente unos pocos los que han dado un paso al frente (Giorgi Kochorashvili claramente, algo de Jeremy de León...).

El vestuario del Castellón carga contra el árbitro ante el Numancia

Las bajas: sin el ‘pichichi’ ni tres pilares en la defensa

Ya son cuatro los partidos sin Dani Romera, que ha participado directamente en ocho de los goles y que, encima, no tiene un recambio natural. Además, esta semana se han sumado las ausencias de dos de los integrantes de la defensa inamovible (Salva Ruiz y Iago Indias), más la sanción de Manu Sánchez (con lo que aporta, atrás y adelante) contra el Numancia. Está claro que el equipo iba a perder potencial, sin que hasta ahora sus recambios hayan solventado la papeleta. A ver si pueden tener minutos el domingo en Calahorra.

El gol: cuestión de eficacia, no de creación

Muy poca producción ofensiva: tres goles en estas cuatro jornadas, estériles los de Tarragona y SD Logroñés, resolutivo contra el Real Murcia. No es un problema tanto de falta de oportunidades como de acierto, ya que el Castellón es un equipo que suele dominar las facetas del juego como posesión, saques de esquina, llegadas y remates. El miércoles se impuso al Numancia en cuatro de estas cinco facetas, aun siendo uno de los partidos más flojos, especialmente en el de remates: 13-6 (6-2 dirigidos entre palos).

El entrenador (I): alineaciones con escasas variaciones

Ni el creciente número de bajas, ni la suma de partidos y esfuerzos de esta semana, han servido para una sacudida en el once, donde Torrecilla va introduciendo cambios con cuentagotas, a pesar de que algunos jugadores dan la sensación de pedir un respiro. Destaca la poca utilización de la llamada vieja guardia, jugadores curtidos en la categoría (o la antigua Segunda B, que para el caso es lo mismo) como Cristian Galas, Carles Salvador o David Cubillas, lo cual abre el debate sobre la profundidad del fondo de armario.

El entrenador (y II): la controversia sobre las sustituciones 

El miércoles, de nuevo, Torrecilla tampoco agotó el cupo de las cinco sustituciones, no introduciendo las primeras hasta, prácticamente, mediado el segundo tiempo. Es la tendencia de las últimas jornadas, en las que el entrenador extremeño se resiste a tocar al equipo antes del minuto 20 de los segundos tiempos, independientemente del signo del encuentro. O, como anteayer, obligado a un cambio de guion significativo, ya que el Numancia tenía el encuentro bajo control y los albinegros apenas si le inquietaban.

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