CD Castellón

Voulgaris-Torrecilla: Radiografía de un desencuentro en el CD Castellón

Discrepancias en la materia deportiva ponen fin, abruptamente, a la relación entre el propietario y el presidente

La diferencia de criterio entre Torrecilla y Bob Voulgaris ha acabado con la destitución del entrenador.

La diferencia de criterio entre Torrecilla y Bob Voulgaris ha acabado con la destitución del entrenador. / MEDITERRÁNEO

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

La crónica de una destitución anunciada. Rubén Torrecilla deja el banquillo del CD Castellón justo en el parón invernal. No fue una decisión en caliente del presidente porque se venía meditando desde hace semanas. Desde el punto meramente estadístico, el de los resultados y con su correspondiente traducción en la clasificación, destituir a un entrenador cuando un equipo va segundo, antes incluso de llegar a la mitad de la temporada regular y a dos puntos del primer puesto, de entrada, causa sorpresa. Es lo que le ha sucedido a Rubén Torrecilla en el Castellón. Pero, ¿qué lleva a Haralabos Bob Voulgaris a tomar esta drástica descisión? Pues las dicrepancias, en materia futbolística, que el propietario y presidente ha considerado insalvables.

Acudir tarde al mercado de verano

El desencuentro entre Voulgaris y Torrecilla va más allá de la última racha de resultados (cinco puntos en las últimas seis jornadas). El extremeño, fichado por Vicente Montesinos, con el asesoramiento de Jordi Bruixola, días antes de cerrar la venta del club al empresario greco-canadiense, asume la confección de la plantilla, pero hace saber que con las limitaciones de llegar tarde a un mercado de verano bien avanzado. Torrecilla replica que el grado de exigencia no está acorde a la realidad de una plantilla con muchos jugadores por debajo de los 25 años (los dos porteros Cheikh Kane Sarr y Alfonso Pastor, además de Javi Antón, Bilal Kandoussi, Jeremy de León, Aarón Romero, Giorgi Kochorashvili, Josep Calavera o Fabrício dos Santos) y, a su juicio, sin la profundidad de banquillo que requiriría el reto de pelear por ser primeros en Primera Federación para, así, ascender directamente.

¿Sin profundidad de banquillo?

Y aquí podemos encontrar la principal razón por la que se le ha criticado tanto al hasta el domingo entrenador del Castellón: la falta de confianza en los no titulares en un once tipo que, hasta por causas de fuerza mayor, no ha variado. De ahí que a menudo no agotase la ventana de cinco cambios y/o su tardanza en hacerlos. David Cubillas (menos de 60 minutos), Cristian Galas (204) o Carles Salvador (menos de 300) son casos muy llamativos.

El tema económico

Torrecilla también ha esgrimido que el Castellón acudió al mercado de verano en desventaja tanto por su tardío acceso como, a su entender, con un poder económico sensiblemente inferior a los de Eldense, Real Murcia, Gimnàstic, Numancia o Intercity, por lo que el coste de la plantilla albinegra estaría por debajo de media docena de clubs. De ahí que muchos de los refuerzos (solamente Salva Ruiz ha conservado la titularidad respecto a los que siguen de la temporada pasada) procedieran de equipos en los que no eran indiscutibles (a excepción de unos pocos, como Óscar Gil o Iago Indias).

Lesiones

Así que en cuanto han faltado tres pilares (Iago Indias y Salva Ruiz en defensa, pero sobre todo Dani Romera en ataque, un jugador, este último, sin sustituto natural), el equipo ha bajado notablemente en sus prestaciones, no solo en el área ajena sino también en la propia.

Arbitrajes

Otro factor que, a juicio de Torrecilla, como ha manifestado en las últimas dos semanas públicamente, son lo graves errores sufridos frente a Numancia y Calahorra principalmente. Incluso el vestuario piensa que, el pasado sábado, el 0-1 de la Real Sociedad B llega en fuera de juego.

Visiones antagónicas

Con todo, las diferencia entre Voulgaris y Torrecilla habrían ido más allá. La nueva visión, económica, comercial y deportiva, del nuevo propietario y presidente, que ha hecho fortuna y carrera con la aplicación del big data, ha chocado con una concepción más tradicional por parte del entrenador. Un contraste que el propio Voulgaris deslizó a Mediterráneo, en la reciente entrevista en exclusiva, en la que hablaba del relevo en el banquillo y de los planes de futuro inmediatos en materia futbolística.

De nada le habría servido a Torrecilla, a pesar de haber marcado tanto los roles (titulares y suplentes) de muchos futbolistas (algunos con un gran recorrido en la tercera categoría del fútbol español), haber contado con el apoyo de un vestuario, igualmente sorprendido por el cambio de entrenador. “Los resultados son fruto de la union y el trabajo de los jugadores”, ha esgrimido, en infinidad de ruedas de prensa, el técnico de Plasencia.

"Me voy a casa con el deber cumplido", se deslizaba del teléfono móvil de Torrecilla a sus jugadores horas después de conocer su destitución

La conclusión y el mensaje de Torrecilla en su móvil al plantel

Torrecilla ha trasladado a la dirección deportiva que, con todos estos condicionantes, el Castellón estab, en el momento de su cese, dentro de los objetivos marcados, sosteniendo la clasificación como prueba. Sin embargo, Voulgaris no ha considerado lo mismo. “Me voy a casa con el deber cumplido”, ha sido el mensaje con el que Torrecilla se ha despedido de sus jugadores a través del móvil, rumbo a su casa de Granada, ya que la destitución llegó en las primeras horas de las vacaciones navideñas, con el regreso previsto, ya con nuevo entrenador, para el 28 de diciembre.