Primera RFEF

La crónica | El Castellón naufraga ante el colista (1-2)

El Calahorra remonta el tanto inicial de Pablo Hernández y deja a Albert Rudé en la cuerda floja

Los albinegros claudicaron ante el Calahorra.

Los albinegros claudicaron ante el Calahorra. / Erik Pradas

Enrique Ballester

Enrique Ballester

El Castellón perdió en Castalia ante el colista y la grada dictó sentencia. El cántico de 'Rudé, vete ya' que atronó al final se decantó en el minuto 87. Pocas veces el fútbol exhibe su naturaleza caprichosa de una forma tan rotunda y evidente. Con 1-1 en el marcador, la volea del local Kochorashvili se estrelló en el travesaño tras el desvío del portero y en la misma contra, apenas unos segundos después, el visitante Baselga batió a Alfonso Pastor por bajo, clavando una estaca en las ilusiones albinegras. En un parpadeo, con el 1-2, los que iban a ser héroes se convirtieron en abroncados, y viceversa.

Con la derrota, el equipo orellut sigue en play-off, pero el ascenso directo se antoja una quimera. La afición pide cabezas. El típico paisaje que pone a prueba a un vestuario y enseña de qué pasta está hecha una dirigencia.

El primer tiempo

El final fue traumático para el Castellón y heroico para el Calahorra, pero durante la primera media hora, el partido había avanzado por la senda de lo esperado: dominio del aspirante a líder y goteo de ocasiones en el área del colista. Raúl Sánchez, Pablo Hernández y Jeremy de León ya habían dejado huella en poco más de cinco minutos de contienda. Raúl se embarulló tras recibir un pase profundo del meta Pastor en el flanco izquierdo, Pablo cabeceó flojo un centro de Bass y Jeremy enroscó tierno un disparo a las manos del portero, pero la secuencia evidenciaba que había espacios de sobra para los locales en cuanto movían el sonajero. La tendencia se completaba con la superioridad en el juego aéreo, con testarazos desviados de Óscar y Cristian y otro clarísimo de Raúl, en el minuto 17. Con todo a favor remató un centro de Manu al muñeco.

El gol de Pablo

El gol del Castellón era cuestión de tiempo y cuestión de acierto, y ambos factores confluyeron en el minuto 28. Jeremy, que estuvo juguetón durante todo el primer acto, caracoleó antes de templar la bola desde el costado derecho. El futuro y el pasado se conectaron en el presente. En el otro flanco recibió el balón Pablo Hernández, que maniobró con clase para abrochar el 1-0.

El tanto local se celebró como se celebra un trámite burocrático. Lo esperado, ya se sabe. La victoria local parecía encarrilada, pero el fútbol a veces elige su propia aventura. Lo inesperado, ya se sabe también.

El empate

Apenas un par de minutos después del 1-0, el Calahorra cobró una falta lateral en tres cuartos, y la falta se convirtió en córner. El córner se convirtió en penalti por una mano de Granero que no vio casi nadie excepto el árbitro, y el penalti se convirtió en el 1-1 porque Baselga batió a Pastor, que casi la saca, con suspense y por el centro.

El Castellón de Rudé es un equipo que se maneja mejor en lo esperado que en lo inesperado. Cuando los planes salen bien, es un equipo encantador y encantado. Pero cuando un imprevisto altera su paz mental, le cuesta volver a donde lo había dejado. En el tramo final del primer tiempo navegó entre la precipitación y los desajustes. Se coronó con la lesión de Pablo.

Jeremy se duele de un golpe.

Jeremy se duele de un golpe. / Erik Pradas

El segundo tiempo

El partido se reanudó con cambios. Kochorashvili por Pablo y Koné por Raúl Sánchez. Diez segundos tardó Kocho en dejarse notar con un tiro lejano, pero el Castellón no carburó igual, siempre pendiente del tiempo. El panorama fue el visto un millón de veces en Castalia: la obligación de ganar en los locales, las pérdidas de tiempo de los visitantes, la falta de claridad y frescura, las quejas al árbitro y la bronca del respetable. Rudé sumó hombres en la ofensiva (Fabrício, Fuentes y Suero), pero el colectivo se descoyuntó sin la presencia de Calavera. Hubo multitud de llegadas, pero, como ocurriera contra el Nàstic, ninguno de los de arriba marcó la diferencia.

Impotente, el Castellón recopiló desbarajustes, errores y malas decisiones, como un adolescente cualquiera. El correctivo fue probablemente exagerado según lo propuesto, pero el Calahorra ya había avisado en alguna contra propiciada por la falta de madurez albinegra. En el minuto 87, y tras el mentado chutazo al larguero de Kochorashvili, el visitante Baselga castigó las cosas mal hechas.

Ficha técnica:

Castellón (1): Alfonso Pastor, Manu Sánchez, Óscar Gil, Borja Granero, Baas, Cristian, Calavera (Isra Suero, min. 69), Pablo Hernández (Kochorashvili, min. 45), Jeremy de León (Fabrício, min. 69), Raúl Sánchez (Koné, min. 45) y Cubillas (Fuentes, min. 53).

Calahorra (2): Limones, Ángel López (Álex Arias, min. 61), Iñigo Zubiri, Rojas, Kortazar, Vidorreta, Sergio Gil (Moriones, min. 79), Ibarrondo (Pata, min. 79), Pablo Santana (Aritz, mi. 67), Davo (Pablo, min. 67) y Baselga.

Goles: 1-0. Min. 28: Pablo Hernández. 1-1. Min. 32: Baselga, de penalti. 1-2. Min. 87: Baselga.

Árbitro: Brull Acerete, del colegio catalán, asistido por Jarit Mesa y Bondia López. Amonestó a los locales Bass, Granero, Pablo Hernández y Jeremy de León; y a los visitantes Rojas, Zubiri, Sergio Gil y Vidorreta.

Estadio: Castalia, 7.170 espectadores.

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