Primera RFEF

CD Castellón | Una decepción amortiguada

El albinegrismo interioriza el golpe en la final del ‘play-off’ en Alcorcón como el inicio del próximo éxito

Aficionados aplauden a los futbolistas a su llegada a Castalia.

Aficionados aplauden a los futbolistas a su llegada a Castalia. / Erik Pradas

Enrique Ballester

Enrique Ballester

«Recordemos cómo se siente esto y usémoslo como combustible para mejorar el próximo año». Haralabos Voulgaris, presidente y propietario del CD Castellón, compartió en Twitter estas palabras tras la derrota albinegra en Alcorcón, en la final del play-off de ascenso a Segunda División. El mensaje recordó al que trasladó a su plantilla Greg Popovich, el legendario entrenador de San Antonio Spurs, en el primer entrenamiento de pretemporada, tras una dolorosa derrota ante Miami Heat en las finales del 2013. Ese dolor fue el combustible de los Spurs en la siguiente temporada, logrando el campeonato en 2014, y ese mismo dolor debe impulsar también ahora -como dijo Voulgaris- las ganas de desquite de los albinegros en la próxima campaña.

Es la sensación que ha calado en el albinegrismo como una certeza. La derrota de Alcorcón no es el final sino el principio. El principio de una nueva época en Castalia. Por eso la de Alcorcón es una decepción amortiguada: la afición vive con la seguridad de que se están sentando las bases de un proyecto profesional para las próximas campañas. «Emociones encontradas: decepción extrema pero también inmensamente orgullosa. ¡Acabamos de empezar!», tuiteó el domingo Robin Taylor, consejero del Castellón, al respecto.

Javi Antón, tras la derrota.

Javi Antón, tras la derrota. / Carme Ripollés / CD Castellón

El contraste

Por todo ello, la asimilación de esta derrota contrasta con experiencias pasadas. El Castellón no perdía una promoción de ascenso desde el año 2017. En aquella ocasión, la Peña Sport de Tafalla eliminó a los albinegros en el último minuto del tiempo añadido. En la grada de aficionados castellonenses, tras el pitido final, no se veía llorar: en la grada se escuchaba llorar con una tremenda crudeza. El Castellón jugó ese play-off entre impagos, en Tercera, con un ambiente irrespirable hacia el palco (David Cruz era el presidente), con los aficionados colándose en la ida en el Estadio Castalia, recolectando dinero para los jugadores... El Castellón jugaba con la duda de si habría próxima temporada.

Ese lastre se minimizó con la llegada al poder de Vicente Montesinos y se ha evaporado con la de Haralabos Voulgaris el pasado verano. La afición del Castellón encaja ahora lo que se puede resumir en derrota estrictamente deportiva. El ambiente también propicia que mejore la relación de la institución con la grada.

Recibimiento

En ese contexto, decenas de aficionados se acercaron ayer, a primera hora de la tarde, a recibir al autocar del equipo en Castalia. La expedición albinegra partió desde Madrid por la mañana, en tren de alta velocidad, hasta València. Allí les esperaba el autobús del Castellón, que los dejó finalmente en Castalia.

Sin reproches, futbolistas y cuerpo técnico recibieron los ánimos de los aficionados tras una noche dura. Muchos de esos mismos aficionados habían despedido a la expedición el viernes. La derrota en Alcorcón dejó paso aun dolor digno, acorde a las palabras de Voulgaris, alejado del drama.

En este caso, además, el presidente sabe de lo que habla. Semanas atrás, compartió en sus redes sociales la imagen de uno de los triples inverosímiles y decisivos de Ray Allen que trituraron a los Spurs de Popovich en 2013. A escasos metros de la acción, a pie de pista, el propio Voulgaris observaba. 

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