Barraca y tangana
Una nueva obsesión
Ahora, cuando un jugador se acerca al área y todo el mundo grita ¡tira!, como hacía yo antes, me levanto y grito ¡no tires!

Dick Schreuder en la rueda de prensa previa al Castellón-Racing de Santander. / Jorge Sastriques

Empiezo a sospechar que mis amigos salen de casa para comprobar que existe gente todavía más vieja. El tema arrancó con elegir los bares propios de personas que nos parecían de otro planeta, tan mayores, y que en realidad tenían entonces la edad que tenemos ahora. El siguiente paso fue invadir la franja de la tarde para hacer el ridículo también a plena luz del día, al margen de la noche y los chavales. Últimamente, como ese autoengaño vespertino ya no es suficiente, me citan de buena mañana para almorzar entre pensionistas, ciclistas y otras personas de orden.
El objetivo, por lo visto, es rodearse del tipo de gente que nos permita parecer jóvenes. Y el caso es que estaba siendo una mañana tranquila en el hogar del jubilado hasta que Alcarria confesó, en el momento del café, una nueva adicción: las ruedas de prensa de los entrenadores.
Nos explicó que lo primero que hace cada mañana es abrir Youtube y ver una rueda de prensa. A veces se despierta su novia, lo ve y le dice ‘pero qué haces’. Está pagando Netflix, Max y Prime Video, pero acaba viendo ruedas de prensa. Las de Segunda son sus favoritas y no se las pierde. Se pone algunas en directo en el trabajo y probablemente se esconda en el baño entre rumores. Nos dijo que no sabría elegir entre las previas o las de después de los partidos, porque ambas ofrecen matices interesantes. Me parece que piensa que controla, pero ya no controla. A veces insulta a los periodistas que preguntan ‘mal’ y contesta en voz alta a los entrenadores. Aprovecho este espacio en el periódico para mandar todo mi apoyo a Alcarria, a su novia y a sus familiares. Le ha pasado a él, pero nos puede pasar a cualquiera. Su desgracia es un ejemplo, una lección e invita a superarse.
Hay que tener cuidado con las obsesiones, sobre todo si amenazan con enquistarse. Recuerdo que Sergio se obsesionó un tiempo con el golf, y no ganó el Masters porque se cansó de repente. Después le dio por la bicicleta y no ganó el Tour porque no tenía tiempo por las tardes, pero se tatuó una bici en el brazo. Ahora mismo hay un tatuador tranquilísimo en su casa que no sabe que en breve aparecerá Sergio pidiendo que le tatúe una rueda de prensa de Dick Schreuder.
Soluciones
Nos reímos, pero nadie está a salvo de las obsesiones. Durante un tiempo, mi obsesión en el fútbol fueron los centrocampistas. Con ellos lo solucionaba todo. Ayudó que España ganara una Eurocopa sin delanteros. Acumular centrocampistas me proporcionaba una seguridad enorme: la garantía de que mi equipo encauzaría el juego por donde quisiera a base de superioridades.
Aquello funcionaba a veces, como todo, y poco a poco se me fue pasando esa fiebre, aunque temo que lo que le está pasando al Madrid sin Kroos (previsible, por otra parte), puede provocar recaídas en mi mente.
Espero que no, porque hoy en día manejo otra obsesión: el pase extra en el área. Los del big data me han convencido de que emplearlo es la llave del gol, que aumenta las posibilidades. Ahora, cuando un jugador se acerca al área y todo el mundo grita ¡tira!, como hacía yo antes, me levanto y grito ¡no tires! Y si tira y marca gol, aunque sea de mi equipo, me molesta un poco y me duele. Noto que a veces la gente se gira para mirarme. Cuchichean. Quizá lo mío sea peor que ver ruedas de prensa de entrenadores.
Suscríbete para seguir leyendo
- Andrea, la joven que se fue de Barcelona para vivir entre animales en un pueblo de Castellón: 'Me ha explotado el Instagram
- Adiós a la jubilación a los 67 años: la Seguridad Social sube la edad máxima en 2025 para estos trabajadores
- El billete de pesetas de la época de Franco que puede valer hasta 20.000 euros
- Un barco de Castellón pesca 478 kilos de atún rojo en solo tres días
- Situación extrema en Castelló: La Policía Local salva la vida de un hombre en la Marjaleria
- Casi medio millón de euros: el primer premio de la Bonoloto deja un nuevo 'rico' en Castelló
- Alerta amarilla por 'granizo abundante' en Castellón
- Os lo juro que me mata': angustioso grito de auxilio por violencia machista en plena calle en Castelló