Segunda División

El legado de Schreuder: Un ascenso y tardes memorables

La temporada y media del neerlandés en el Castellón ha dejado huella: brillante para deslumbrar de inicio, competitivo para abrochar el ascenso después y coherente en el duro aterrizaje en Segunda División

El ya exentrenador del Castellón, Dick Schreuder, conversa con el presidente Voulgaris, sobre el césped.

El ya exentrenador del Castellón, Dick Schreuder, conversa con el presidente Voulgaris, sobre el césped. / Gabriel Utiel

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Castellón

La llegada de Dick Schreuder al CD Castellón supuso una revolución. Con la confianza del presidente Haralabos Voulgaris, el neerlandés fue desmontando uno a uno los tópicos más arraigados del balompié. Demostró con resultados que el fútbol de ataque podía ser competitivo en categorías bajas, abogó por defender al ataque y cumplió los objetivos, a su manera. Logró el ascenso con autoridad en la primera temporada y ha sido destituido lejos del descenso, ahora. 

La temporada y media del neerlandés en el Castellón será difícil de olvidar: fue brillante para deslumbrar de inicio, competitivo para abrochar el ascenso después y coherente en el duro aterrizaje en Segunda División. Los primeros meses en Primera RFEF permanecen en un lugar privilegiado de la memoria del hincha orellut. 

Porque convirtió el SkyFi Castalia en el mejor sitio de la ciudad adonde ir. El aficionado llenó el estadio con una certeza desconocida: al campo ya no iba a sufrir sino a disfrutar, a pasárselo en grande. Durante la primera vuelta danzó de fiesta en fiesta, con tres goles de media realizadora. Lo que parecía imposible en verano se convirtió en rutina con la competición en marha.

Porque en la primera pretemporada, le costó. Los jugadores tuvieron que interiorizar nuevos automatismos, y en algunos casos desaprender lo que durante toda su vida habían aprendido. Se puede afirmar que muchos jugadores han mejorado tras pasar por sus manos. En una entrevista en Mediterráneo, hace justo un año, explicó cómo convenció a sus jugadores para que aceptaran el reto de jugar así, tan expuestos, y tan al ataque. Sencillamente, les dijo que no había otra posibilidad.

El cañón que fue el Castellón en la primera vuelta se reinventó en la segunda. Tocó fondo precisamente contra el mismo rival del domingo, el Córdoba, pero reaccionó para encadenar siete victorias que supusieron el ascenso matemático. Esta temporada confiaba en una dinámica similar, hasta que llegó la cita para el despido.

Un anhelo de Voulgaris

Schreuder llegó al Castellón después de que Voulgaris insistiera en su contratación. Lo intentó tras destituir a Rubén Torrecilla, en el periodo invernal de la temporada 2022/23. Schreuder rechazó entonces la propuesta al considerar que su trabajo en el Zwolle estaba a medias. Cuando logró el ascenso a la Eredivisie, a final de curso, Voulgaris destituyó a Albert Rudé y volvió a llamar a la puerta. Una charla personal terminó de convencer a Schreuder, que firmó por cuatro temporadas.

Se trajo con él a Haris Medunjanin, que brilló primero como futbolista, y que esta temporada ha sido uno de sus ayudantes. Medunjanin, con un alto sentido de la lealtad, se marchará junto al técnico neerlandés, que deja el Castellón con 37 victorias en 68 partidos oficiales (sumando Copa, Segunda División y Primera RFEF), un ascenso de categoría y una retahíla de ofertas rechazadas hasta la fecha, de la Eredivisie a la segunda división inglesa, entre otras.

Le sucede en el cargo su segundo entrenador, Johan Plat, que tendrá como nuevo ayudante a Sergi Ripollés Ripo, hasta ahora en el B. El club albinegro trabaja para incorporar a otro auxiliar en el cuerpo técnico y, a su vez, otro para el filial de Tercera RFEF, que dirige Pablo Hernández

Tracking Pixel Contents