Voulgaris y el Castellón, protagonistas en L'Équipe: "Jugar la Champions es posible"

El ambicioso proyecto del presidente llama la atención del prestigioso medio francés

Voulgaris repasa su trayectoria y desgrana las líneas maestras de su plan deportivo en el club albinegro

Voulgaris saluda a Escobar, acompañado por Oscar, tras la victoria del Castellón al Burgos, el pasado sábado en el SkyFi Castalia.

Voulgaris saluda a Escobar, acompañado por Oscar, tras la victoria del Castellón al Burgos, el pasado sábado en el SkyFi Castalia. / Gabriel Utiel

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Castellón

La proyección internacional del CD Castellón ha crecido exponencialmente desde la llegada de Haralabos Voulgaris. Si la temporada pasada fue un diario británico,The Guardian, quien se desplazó hasta la Plana para interesarse por el proyecto del club orellut, en esta ha sido L'Équipe, prestigioso medio francés, quien ha elaborado un extenso reportaje sobre el Castellón y su presidente.

La pieza va recorriendo la trayectoria vital de Bob Voulgaris desde sus veranos adolescentes trabajando en la reforestación hasta el día de hoy. El propietario del Castellón explica cómo aprendió a tomar sus decisiones en base a los datos y las estadísticas, dejando a un lado las intuiciones y las emociones.

Por un lado, por experiencia propia. Después de trabajar durante unos meses plantando árboles, fue al hipódromo a apostar. "Gané bastante dinero, pero sin ninguna habilidad especial. El verano siguiente comencé todo el proceso de nuevo, pero perdí. Después de esa mala experiencia, me dije: 'Vale, nunca volveré a jugar sin tener una ventaja, un planteamiento racional', explica Voulgaris.  

Por otro lado, por la experiencia ajena. El padre de Voulgaris también jugaba y apostaba, pero lo hacía de una manera instintiva, sin método. "No era muy racional", dice Bob. Todo lo contrario que su hijo.

El baloncesto y la NBA

Así las cosas, Voulgaris unió su pasión por el baloncesto y su elección por el análisis y construyó una fortuna. Empleaba los datos y veía y grababa infinidad de partidos de la NBA. "Casi no tuve vida social entre mis 20 y 30 años. Me despertaba a las seis de la mañana y veía partidos de baloncesto hasta las diez de la noche [...]. Nunca tuve otro vicio, salvo una especie de adicción al trabajo", desarrolla. El reportaje destaca otra virtud de Voulgaris: "Saber identificar patrones, cosas que se repiten".

Voulgaris ya era millonario, gracias a su método apostador, cuando empezó a trabajar en la NBA. Asesoró a los Dallas Mavericks, donde fue ganando influencia en la jerarquía. En un momento dado, y tras alguna fricción dentro de la organización, asumió que para tomar todas las decisiones debía ser el propietario. "Me di cuenta de lo mucho que valoro la autonomía", desliza.

El fútbol y el CD Castellón

Entonces, Voulgaris se fijó en el fútbol. En 2022 aterrizó en el CD Castellón donde, como es sabido, está aplicando sus teorías con éxito. Bob subraya la ambición de su proyecto a la hora de señalar los objetivos: "Dos años para salir de Tercera División (Primera RFEF), eso ya está hecho. ¿Cuatro para ascender a LaLiga? No lo sé... Ese es el objetivo, seguro. Terminar por delante del Real Madrid o del Barça probablemente nunca sucederá, pero jugar la Champions o copas europeas es posible, por supuesto".

Nuestro objetivo no es ser predictores de fútbol perfectos, sino predecir mejor que los demás

Bob Voulgaris

— Presidente del CD Castellón

Como ejemplo de la aplicación de lo racional a un mundo a menudo tan irracional como el fútbol, el autor destaca una peculiaridad del campo de entrenamiento del Castellón en Orpesa: unas líneas rojas que forman un rombo. Dentro de esa zona se desarrolla la mayor parte de los ejercicios. Hay un motivo que señalan Voulgaris y los analistas: el peligro se crea en el eje y no en los laterales. Por ello el Castellón juega como juega: considera que atacar en masa permite defender mejor el interior del juego una vez que se pierde el balón.

Voulgaris, que subraya lo importante que es para él generar una atmósfera positiva en el día a día, también se refiere al cambio en el banquillo. Respalda al entrenador Johan Plat, al que "adoran los futbolistas", y comenta uno de los puntos de fricción con Dick Schreuder, el destituido. Bob explica que sabía que la Segunda División iba a ser complicada, tras el ascenso, pero que "tomando las decisiones correctas y con un poco de suerte podrían haberlo hecho mejor". "Pero... (piensa.) ¿Lo creyeron los jugadores? ¿Y qué pensó el entrenador? Si envías el mensaje de que simplemente hay que seguir adelante, es difícil», añade.

Tracking Pixel Contents