Castellón-Deportivo, el clásico de los goles, las remontadas...

Son 23 goles en los últimos cinco cara a cara, dentro del histórico hilo invisible que une a albinegros y blanquiazules

Castellón-Deportivo, el clásico de los goles, las remontadas...

Castellón-Deportivo, el clásico de los goles, las remontadas... / MANOLO NEBOT

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Castellón

El hilo invisible es el título de uno de los libres infantiles más populares del momento... y también es lo que, históricamente, une a CD Castellón y RC Deportivo de La Coruña, que ahora alimentan una nueva relación, a base de partidos espectaculares, goles y remontadas, después de más de tres décadas en los que la vida les llevase por unos caminos que no podían ser más diferentes, pero que en las tres últimas campañas han convergido.

El primer cara a cara entre albinegros y blanquiazules fue en 1931. Y el primero en Primera (permítanme la redundancia) ocurrió justo 10 años después. Además, era, para ambos, el estreno en la élite (a pesar de aquel fútbol a los pocos meses de haber concluido la Guerra Civil), ya que habían subido de la mano. Como el pasado verano, aunque entonces tomaron el ascensor a la Segunda División.

El vacío

La historia de este vistoso reencuentro es casi tan llamativa que la ausencia de precedentes entre 1989 y 2023. Los albinegros ascendían y, después de disfrutar de sus dos últimas temporadas en la máxima categoría, empezaron a caer en picado hasta esos siete años en Tercera. El Dépor se transformaba en Súper Dépor para empezar a ganar títulos. Y en las escasísimas oportunidades en las que coincidían ese ascensor, uno iba hacia arriba y el otro hacia abajo.

El gran partido

Todo ello hasta junio del 2023. En Primera Federación, se veían las caras en la eliminatoria estrella de las semifinales. El Castellón salió bien parado de Riazor (1-0) porque, gracias a su mejor puesto en la liga regular de su grupo, le bastaba con ganar por la mínima (no tras el minuto 90, sino de la prórroga). Ese 4-3 formará parte de la memoria colectiva de una generación de orelluts, por la remontada, la contrarremontada y otra remontada: el golazo de Iago Indias, la expulsión de Ian Mackay, el penalti fallado en el descuento por Pablo Hernández... y el gol salvador del capitán David Cubillas.

Muy distinto un año después

Aunque el Alcorcón abortó el ascenso, aquella campaña fue más traumática en A Coruña (hubo mucho más drama y cambios) que en la Plana, donde la presencia de Haralabos Voulgaris casi garantizaba que el regreso al fútbol profesional sería en el siguiente intento.

Y así fue, tanto para los orelluts como para los herculinos, que volvieron a verse las caras para una eliminatoria casi amistosa, donde poco había en juego (el honorífico título de campeón, el correspondiente trofeo y ahorrase una ronda en la próxima Copa del Rey).

El Castellón fue infinitamente superior en la ida, per el Dépor llegó nuevamente con ventaja a Castalia (2-1). Y, en la vuelta, pasó más o menos lo mismo, solo que multiplicado: Douglas Aurélio marcó otra vez primero, pero Lucas Pérez comandó la letal reacción coruñesa para un 2-4 (global de 6-3) que poco tenía que ver con lo que se había visto en los 180 minutos.

Del 0-1 a encajar una manita

Y, de nuevo en uno de esos guiños del destino, el brasileño volvió a poner por delante al Castellón en el compromiso de la primera vuelta, donde el equipo protagonizó un derrumbe sin precedentes para, entre el 36’ de la primera vuelta y el 6’ de la segunda, ver cómo el 0-1 se había transformado en un 5-1.

Esa manita, a las puertas de las navidades, supuso la activación de bomba de acción retardada que terminó por explotar al cabo de un mes con la destitución de Dick Schreuder y la apuesta por Johan Plat de Haralabos Voulgaris. Aquél, en la posterior rueda de prensa, señaló a sus futbolistas, a los que acusó, en términos generales, de «falta de disciplina». Algo empezaba a intuirse en ese vestuario.

Así ha sido un repaso a cerca de un siglo en los que Castellón y Deportivo han estado conectados por ese hilo invisible con el que arrancaba el artículo. Un hilo que se ha mantenido con fuerza para depararnos una serie de cinco encuentros que han tenido de todo pero que, en rsumen, han traído más penas que alegrías al albinegrismo.

Una curiosidad de añadido

Por último, Deportivo y Castellón están hermanados incluso en aspectos arquitectónicos, puesto que la Torre Marathon ha sido (y es aún) una de las señas de identidad tanto de Riazor como del SkyFi Castalia.

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