Incredulidad en el Castellón por la redacción del acta arbitral del partido ante el Albacete

El albinegrismo aún trata de asimilar lo vivido el viernes en el SkyFi Castalia. El Castellón encalló en el empate contra el Albacete en un partido marcado por las polémicas decisiones del colegiado. El remate fue la redacción del acta. El árbitro González Díaz acusa al presidente Bob Voulgaris de actuar de "forma violenta" al final del partido, una afirmación que ha causado incredulidad en el club y su entorno más cercano.

Como es conocido, el presidente Voulgaris suele bajar al terreno de juego cuando finaliza cada partido. Tiene la costumbre de felicitar a los jugadores, conversar con el cuerpo técnico y saludar a algunos rivales. A menudo, lo hace en compañía del popular Oscar, su mascota. También se acerca a los árbitros y les da la mano. En esta ocasión, al clásico saludo deportivo de cortesía, Bob añadió el conocido apunte sobre la actuación arbitral. Mientras le estrechaba la mano, Voulgaris hizo saber al árbitro que la actuación le había parecido "vergonzosa".

Voulgaris comparte la indignación de la afición del Castellón y el árbitro lo recoge en el acta

La sorpresa llegó después al leer el acta redactada por el colegiado asturiano. Para empezar, porque a la frase de Voulgaris, según señalan fuentes cercanas a la conversación, el árbitro contestó diciendo que no hablaba inglés. Además, la interacción entre González Díaz y el presidente del Castellón fue breve, de apenas unos segundos, como se aprecia en los vídeos. Enseguida aparece en escena uno de los empleados del club albinegro y Voulgaris se aleja del colegiado. Sin embargo, el árbitro afirma en el acta que se le "encaró de forma violenta". 

Esta escena final culminó una noche aciaga para el Castellón, que vio cómo le anulaban hasta tres goles. Uno de ellos, en especial y por las imágenes del VAR, requiere un ejercicio de fe: el 3-2 de Markanich que no subió al marcador por un fuera de juego previo de Cala.

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Polémica

La decisión más polémica (y ciertamente extraña) llegó en el tiempo de prolongación. El árbitro del VAR, Gálvez Rascón, avisó al colegiado de campo por un posible penalti a favor de los albinegros. El Castellón protestó al considerar que no hubo un penalti sino dos: un agarrón a Markanich (el primero), cuyo remate forzado desvía el defensa del Albacete con el codo, desplegando el brazo al estilo de la llamada 'zamorana' (el segundo). Sin embargo, y ante la incredulidad general, González Díaz decidió que no había penalti alguno que señalar, tras ver la jugada en la pantalla.

El 2-2 del marcador no se movió y el Castellón sigue dejándose puntos en la pelea por la permanencia en Segunda División. La afición albinegra se siente poco respetada por los árbitros, por lo general, durante toda la temporada. Es llamativo, por ejemplo, el balance negativo en los penaltis (-7), uno de los peores de toda la Primera y la Segunda División, tratándose el Castellón de un equipo conocido por su despliegue ofensivo, líder en llegadas al marco rival. Pero las jugadas grises están siendo más o menos grises dependiendo del área. La indignación es palpable en la afición (en la grada, en la calle, en las redes sociales).