CD Castellón | Informe: La ciudad deportiva, la guinda de un plan

Con la adquisición de los terrenos y la próxima construcción de la ciudad deportiva en Borriol, el Castellón da un gran paso adelante en el ambicioso proyecto que lidera Haralabos Voulgaris

La instalación, que presenta el presidente este miércoles, se enmarca en un plan de múltiples ramificaciones que ya ha logrado hitos como el convenio a largo plazo del SkyFi Castalia

Terrenos del club en La Coma, donde se ubicará la ciudad deportiva.

Terrenos del club en La Coma, donde se ubicará la ciudad deportiva. / Gabriel Utiel

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Castellón

Desde la llegada al poder de Haralabos Voulgaris, el CD Castellón está viviendo una etapa desconocida. Más allá de los resultados futbolísticos, la dirigencia está llevando a cabo un ambicioso proyecto que cimentará las bases del club para las próximas décadas. En ese sentido, la reciente adquisición de los terrenos de la anhelada ciudad deportiva es la guinda de un plan que está elevando al Castellón, en menos de tres años, a otra dimensión.

Construir una ciudad deportiva en propiedad fue desde el primer momento una prioridad. No solo por la ausencia de patrimonio del club orellut (una carencia que ha lastrado históricamente sus posibilidades), también para proporcionar a la plantilla profesional y a las promesas de la cantera un lugar en el que trabajar con las herramientas necesarias para desarrollar todo su potencial.

El camino hasta la firma del contrato para instalarse en La Coma de Borriol no ha sido sencillo. Es sabido que el club buscó, estudió y negoció diferentes opciones. Varias de ellas están ubicadas en el término municipal de la capital de la Plana, pero unas veces unos precios no ajustados al mercado y otras la normativa de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el encaje urbanístico o el insuficiente tamaño de los terrenos dificultaron las operaciones. 

La Coma, Borriol.

La Coma, Borriol. / Gabriel Utiel

Cuando analizó pros y contras, el Castellón abrió el angular (también ojeó alguna parcela en Benicàssim) y retomó una de sus ideas iniciales: La Coma en Borriol. Encargó los estudios necesarios para asegurarse la viabilidad del proyecto y finalmente se decidió. A alrededor de 15 minutos de la capital, se convertirá en el centro de entrenamiento y en el vivero de la cantera.

El convenio del SkyFi Castalia

Borriol, donde se planean ocho campos de fútbol en alrededor de 122.000 metros cuadrados y cuyo proyecto será presentado este miércoles al detalle por Bob, otorga, entre otros beneficios, estabilidad. La misma estabilidad, en este caso financiera, que proporciona el convenio a largo plazo del Estadio SkyFi Castalia. Otro logro de la administración Voulgaris: cesión a 50 años y compromiso del club orellut en un plan de inversiones que ya arrancó el pasado verano, siempre en sintonía con el Ayuntamiento, y que continuará una vez finalice el campeonato con nuevas mejoras, en especial en Tribuna.

A su vez, el club trabaja para exprimir el SkyFi Castalia con usos no estrictamente deportivos. Además del patrocinio, asoman en el horizonte posibles eventos como una competición deportiva (boxeo, artes marciales mixtas-MMA) o incluso una batalla de gallos (competición de freestyle rap).

Obras de mejora del SkyFi Castalia, esta misma temporada.

Obras de mejora del SkyFi Castalia, esta misma temporada. / Manolo Nebot

El Castellón se reserva también la explotación de otras zonas futuras (museo, comercios, restaurantes, cafeterías, salas para reuniones o conferencias, etc.). A cambio, está obligado al pago de un canon (porcentaje sobre los ingresos por taquillas, abonos y publicidad), que revertirá en las instalaciones. Este porcentaje (al igual que la cifra máxima) depende siempre de la categoría en la que milite. Además, el club asume el coste de los gastos de explotación (luz, agua, gas...), así como la limpieza e higiene del recinto.

Expansión de la marca

Con estos dos pilares asegurados (ciudad deportiva de élite y estadio a largo plazo), el Castellón se ve a día de hoy donde jamás se había visto. En paralelo, lleva tiempo trabajando en la expansión de la marca. Sin perder un ojo a la esencia, dos de los principales patrocinadores del club orellut (el estadio y la camiseta) tienen algo en común. La empresa estadounidense con base en Austin especializada en imágenes de satélite de alta resolución (SkyFi) y la compañía de tokens (Pudgy Penguins) refuerzan la voluntad internacional del proyecto de Voulgaris y lo enlazan con el progreso y las nuevas tecnologías.

Esta mirada lejana es compatible con la cercana. De hecho, el Castellón ha creado y está trabajando en los últimos meses en su particular Club de Empresas, que tiene como objetivo convertirse en el principal centro de unión para las empresas de la provincia

Ampliaciones de capital

Obviamente, la magnitud del proyecto sería inviable sin las inyecciones financieras que ha efectuado Voulgaris desde su llegada. El propietario ha aportado alrededor de 20 millones de euros, a través de la sociedad Corner 4, mediante préstamos que después está convirtiendo en capital social. Estas operaciones son fundamentales para cumplir las exigencias del Consejo Superior de Deportes y de la propia Liga. En la última junta de accionistas, además, se actualizó la cantidad del crédito que la SAD puede convertir en capital social cuando así lo necesite, aumentando el tope en cinco millones de euros: de 15 a 20.

Todo ello repercute después en la salud deportiva del Castellón. Entre otros aspectos, en el límite salarial que autoriza la Liga.

Bob Voulgaris, con la directiva de Sentimiento Albinegro, en un acto en la previa del Castellón-Burgos.

Bob Voulgaris, con la directiva de Sentimiento Albinegro, en un acto en la previa del Castellón-Burgos. / Gabriel Utiel

Cabe recordar, en el caso de la ciudad deportiva, que el Castellón gestionará un ingreso inesperado de algo más de un millón de euros gracias a la labor de Sentimiento Albinegro, la asociación de pequeños accionistas que impulsó, sostuvo y ganó la causa judicial contra Castellnou, antiguos propietarios. También ha ingresado, según se indicó en la pasada junta de accionistas, algo más de cuatro millones del fondo CVC de LaLiga que están ayudando en actuaciones como las obras en el estadio.

Proyecto deportivo

Todo este crecimiento institucional, donde se consolidan y crecen los ingresos habituales de abonos, taquillas y derechos televisivos, debe ayudar a impulsar la parcela deportiva. Porque, claro, al final se trata de fútbol. Voulgaris, que abandera un modelo rompedor, original y atacante apoyado en el análisis de datos, nunca ha escondido el objetivo de devolver al equipo orellut a la máxima categoría, que no pisa desde 1991. 

Se dio seis años de margen. Por el momento, en su tercera campaña (la primera en Segunda) tiene al alcance la permanencia. En la primera jugó el play-off y en la segunda logró con brillantez el ascenso de categoría. Árbitros aparte, Bob está donde quería. 

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