CD Castellón | La historia de Salva Ruiz: "Mi mayor preocupación era poder estar bien para hacer vida normal, pero nunca perdí la ilusión"
El capitán albinegro repasa su trayectoria vital y futbolística, que incluye una enfermedad que frenó su progresión y lo apartó del fútbol durante dos años

Salva Ruiz, junto a Ronaldo Pompeu, antes del Castellón-Sporting en el SkyFi Castalia. / ERIK PRADAS PUIG

Uno de los capitanes del CD Castellón, el zaguero Salva Ruiz, ha sido entrevistado en el segundo episodio de PPOdcast, el espacio de contenido propio que realiza, de la mano de Micrea Film Projects, el club orellut. En él, Salva conversa con Marc Guidotti y Kiko Felguera sobre su trayectoria en el fútbol y su lado más personal.
Niño prodigio de la cantera del Valencia CF, luego sufrió una enfermedad que frenó su proyección y lo apartó del fútbol durante dos años. Salva Ruiz no se rindió y pudo volver al fútbol profesional en una carrera asentada en los últimos años en el Castellón, con el que ascendió a Primera RFEF y donde es una referencia de compromiso en el campo y el vestuario.
Este es un resumen de sus intervenciones.
Los comienzos
"Empece en Albal, mi pueblo, haciendo natación. Mis amigos empezaron a apuntarse al fútbol y pedí a mis padres que me apuntaran. Luego empezaron a llamarme algunos equipos, vimos que podía ir un poco más en serio la cosa e hice varias pruebas, entre ellas en el Valencia y me fichó".
"Fueron muchos años muy bonitos. Pude ir subiendo: en infantil estaba con el cadete, ya en cadete estaba con juvenil... estaba muy bien considerado la escuela y tengo muy buen recuerdo de esos años hasta llegar al filial. Allí hay muy buenos entrenadores, te tratan muy bien, aprendes muchas cosas, disfrutas, vas a torneos por todo el mundo y estoy muy agradecido a esa etapa en el Valencia.
"Con 16 años estaba en el Mestalla e hice la pretemporada precisamente con Pablo (Hernández), por ejemplo, estaba de allí de compañero y y bueno, al final yo estaba en ese momento en una nube. En el segundo año ya tenía 50 partidos en Segunda B con el Mestalla, mientras que lo normal a mi edad era que estuviera en el juvenil A, incluso en el en el juvenil B. Eso me empujaba a dar más todavía de mí mismo para poder llegar porque estaba ahí a un pasito".
"Era muy difícil jugar en esa posición (lateral izquierdo) porque había mucho nombre y lo estaban haciendo todos muy bien, pero con 17 años pude debutar en Copa y es uno de los recuerdos más bonitos de mi vida futbolística".

En 2012, llegada al aeropuerto tras ganar el Europeo sub-19, junto a sus compañeros Bernat y Paco Alcácer. / F. CALABUIG
La aplasia medular
"Justo al acabar el verano, en 2016, empiezo a encontrarme un poco cansado, sobre todo a partir de mediodía, por las tardes. Luego, resumiendo, me quitaron una muela del juicio y no paraba de sangrarme. Me la volvían a taponar y otra vez a sangrar hasta que un día, justo antes de coger un vuelo porque me iba de viaje con mi pareja, ya no podía aguantar más porque ya era imposible y vamos al hospital y veían que todos los valores de relacionados con la sangre estaban muy bajos. Me detectan la aplasia medular".
"Yo no la había escuchado nunca, la verdad. No tenía ni idea de lo que era. No conocía a nadie que hubiera tenido la enfermedad y además te asustas porque me subieron a la planta de oncología. Al final no conoces nada de la enfermedad. Mi familia, que estaba allí conmigo, mis padres, mi pareja... Fueron momentos difíciles".
"Lo primero que pensé fue en recuperarme. Es una enfermedad que tiene buen pronóstico y no te quieres poner lo peor, pero es algo que está ahí. Después, cuando iba progresando de manera favorable, ya fui pensando un poco en si podía volver a jugar y a qué nivel. Porque al final había conseguido llegar a Primera. Me había costado mucho, mucho esfuerzo, mucho trabajo".

Salva Ruiz, en su etapa universitaria en el Valencia. / EDUARDO RIPOLL
"Al final tenía las defensas muy bajas, pero intenté ser positivo en todo momento. También los médicos de la Fe, el hospital en Valencia, eran muy positivos conmigo, estaban muy pendientes, tenía revisiones cada semana, luego cada dos semanas y me daba mucha energía positiva. Hubo momentos duros, pero pude ir saliendo".
"Primero solo podía salir a caminar, pero muy despacio, tranquilamente. Estuve seis meses hasta que me permitieron paseos más largos, un poco más rápido... Luego empecé a hacer algo con el readaptador del Valencia, pero estamos hablando de cuatro abdominales y un poco de de movilidad porque me fatigaba enseguida y no podía hacer nada más".
"La doctora también me lo decía: puede ser que te recuperes y puedas hacer vida normal, pero no para jugar al fútbol, o puede ser que te recuperes del todo... también puede ser que estés bien en tres meses como que tardes dos años en recuperarte. Era todo un poco de incertidumbre. Mi mayor preocupación era obviamente poder estar bien para hacer vida normal, pero sí tenía esa ilusión por dentro de volver a jugar al fútbol".
Su primera etapa en el Castellón
"Cuando llegué el primer año, el míster (Sergi Escobar) me dio mucha confianza y además me encontraba muy bien tanto físicamente como mentalmente. Los compañeros confiaban mucho en mí y pude conseguir goles... tenía mucha libertad y encima compartí banda muchos partidos con Pablo Hernández, que me facilitaba mucho las cosas con sus pases y su calidad".
"Cuando coincidí con Pablo en el campo me di cuenta de la calidad que tenía. Metía pases que no veía nadie en los entrenamientos, también los partidos, pero siempre recuerdo que esperaba el último momento y te hacía el cañito, eh, no sabías cómo, porque tú ya sabías que lo iba a hacer, ibas con las piernas cerradas, pero en el último momento la tocaba y te hacía el cañito. Yo le daba el balón y corría y ya sabía que el balón me iba a llegar en en buenas condiciones. Es algo que te pasa cuando entrenas con jugadores de nivel de Champions, sabes que aunque tú les des un mal pase o o al revés, cuando te van a dar un pase, sabes que siempre van a sacar ventaja y Pablo era uno de esos jugadores. A nivel personal también se portó muy bien conmigo y siempre estaba haciendo vestuario".

Pablo Hernández, Carles Salvador y Salva Ruiz. / GABRIEL UTIEL BLANCO
La segunda etapa con Voulgaris
"El primer año (de Voulgaris) ya se iba viendo ese cambio en todo el club. Te van dando facilidades que no habíamos tenido en años anteriores y que te ayudaban mucho en el día a día".
"Él (Voulgaris) tenía y tiene los objetivos muy claros y nos va a dar todas las herramientas para que podamos conseguirlo y para que el club crezca. Quiere lo mejor para el club, porque lo mejor para el club también va a ser lo mejor para él y obviamente va a invertir todo el tiempo, todos los recursos posibles en que el club crezca y que llegue a competir con los mejores".
El año del ascenso
"Recuerdo disfrutar. Verte superior al rival, ver que no pueden salir de su campo. Soy un jugador que le gusta ser protagonista, jugar ofensivo, presionar arriba y la verdad que recuerdo disfrutar mucho, competir al máximo, correr como cabrones, con perdón. Encima la manera de acabar la temporada no pudo ser mejor, compitiendo contra equipos como el Córdoba, como el Málaga, que te lo ponían muy difícil y te dan un poco más de mérito o de reconocimiento al trabajo y a ese ascenso".
"De carrilero sí había jugado alguna vez, pero de central era una posición totalmente nueva para mí. Dick (Schreuder) no creía o no cree mucho en las posiciones y piensa más en la calidad de los jugadores, en estados de forma, en la confianza... Me puso de central y justo esos partidos empezamos a jugar muy bien".
La entrevista completa:
Suscríbete para seguir leyendo
- Final: El Castellón, eliminado por el Atlético Antoniano en la Copa del Rey (1-0)
- El elogio de la selección española a la afición de Castellón: 'Quiero darles las gracias
- En directo | Castellón-Málaga: A romper la mala racha
- Directo: Espadas en alto en el Castellón-Albacete del SkyFi Castalia
- El arbitraje del Castellón-Albacete, a fondo: un despropósito incluso antes... y después del partido
- La crónica del Atlético Antoniano-Castellón: los albinegros dicen adiós a la Copa en otra noche aciaga (1-0)
- Pablo Hernández, tras la eliminación del Castellón en Copa: “Cuando no estás acertado de cara a gol..."
- Directo Eibar-Castellón: El Glorioso quiere seguir de dulce