Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La polémica del Castellón-Albacete: Otra "fucking disgrace"

Como ocurriera la temporada pasada, la actuación del colegiado perjudica a los albinegros ante los manchegos en el SkyFi Castalia

Polémica actuación del equipo arbitral.

Polémica actuación del equipo arbitral. / Erik Pradas

Castellón

La actuación arbitral en el Castellón-Albacete indignó a la parroquia albinegra que este domingo ha acudido al SkyFi Castalia, donde los locales han terminado perdiendo por la mínima (0-1).

El equipo de Pablo Hernández terminó el partido con nueve jugadores. Primero fue expulsado Ronaldo Pompeu, que vio la segunda amarilla en el minuto 56 al frenar una contra del rival. Después, en el minuto 90, el árbitro fue llamado por el VAR para revisar un rifirrafe entre Alberto Jiménez e Higinio Marín, que previamente había saldado con amarillas. Tras ver la acción en el monitor, cambió la amarilla por la roja y expulsó a ambos jugadores.

Sin embargo, ni el árbitro principal, Alonso de Ena, ni el encargado del VAR, Jorge Figueroa, apreciaron penalti en la jugada más polémica de la tarde. En la primera parte, el Castellón reclamó un doble penalti: primero por falta a Lucas Alcázar, que estaba siendo agarrado en el área, y luego por mano de Jon García. En esta ocasión, ni el árbitro de campo pitó nada ni el del VAR consideró que debía revisar la jugada.

Además de estas acciones flagrantes, el arbitraje desesperó a los albinegros de manera sutil durante todo el partido. Permitió las constantes pérdidas de tiempo del Albacete e incluso las propició, cortando un ataque claro del Castellón por un supuesto golpe en la cabeza de un jugador visitante, que rápidamente se recuperó. No había cortado, por el mismo motivo, la contra anterior del Alba. El equipo manchego encontró un aliado perfecto para llevar el partido por donde más le convencía en cada momento.

El precedente

La casualidad: el Castellón-Albacete de la temporada pasada ya fue de lo más polémico. En aquella ocasión, el partido finalizó con empate (2-2), y el Castellón reclamó otro doble penalti: primero por falta a Markanich y luego por otra mano.

Esta escena final culminó una noche aciaga para el Castellón, que vio cómo le anulaban hasta tres goles. Uno de ellos, en especial y por las imágenes del VAR, requiere un ejercicio de fe: el 3-2 de Markanich que no subió al marcador por un fuera de juego previo de Cala.

A la conclusión, y en vistas de cómo se había desarrollado el choque con una serie de decisiones arbitrales tan extrañas como discutidas, el albinegrismo al unísono mostró su disconformidad. La afición, los jugadores, el entrenador Johan Plat... y también el presidente Bob Voulgaris, que bajó al terreno de juego para mostrar su enfado al colegiado.

La decisión más polémica (y ciertamente extraña) llegó en el tiempo de prolongación. El árbitro del VAR, Gálvez Rascón, avisó al colegiado de campo por un posible penalti a favor de los albinegros. El Castellón protestó al considerar que no hubo un penalti sino dos: un agarrón a Markanich (el primero), cuyo remate forzado desvía el defensa del Albacete con el codo, desplegando el brazo al estilo de la llamada 'zamorana' (el segundo). Sin embargo, y ante la incredulidad general, González Díaz decidió que no había penalti alguno que señalar, tras ver la jugada en la pantalla.

Lo peor estaba por llegar

El árbitro acusó después al presidente Bob Voulgaris de actuar de "forma violenta" al final del partido, una afirmación que causó incredulidad en el club y su entorno más cercano, y que tuvo consecuencias.

Ocurrió que, como es habitual (también este domingo), el presidente Voulgaris bajó al terreno de juego al finalizar el partido. Tiene la costumbre de felicitar a los jugadores, conversar con el cuerpo técnico y saludar a algunos rivales. A menudo, lo hace en compañía del popular Oscar, su mascota. También se acerca a los árbitros y les da la mano. En esta ocasión, al clásico saludo deportivo de cortesía, Bob añadió el apunte sobre la actuación arbitral. Mientras le estrechaba la mano, Voulgaris hizo saber al árbitro que la actuación le había parecido "vergonzosa".

Posteriormente, el árbitro recogió este incidente con una peculiar redacción en el acta: «Una vez finalizado el encuentro, el presidente del club D. Haralabos Voulgaris entra al terreno de juego para darme la mano y se encara a mí de forma violenta en señal de disconformidad por una decisión arbitral en los siguientes: ‘This is a fucking disgrace! I have never seen something like this before!’».

Por este motivo, el presidente del Castellón fue inhabilitado en su cargo durante unos días, y no pudo presentar el proyecto de la ciudad deportiva.

Tracking Pixel Contents