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La crónica: Frenazo al Castellón (0-1)

Los albinegros conceden un gol muy temprano y el portero del Albacete y los postes frustran la reacción

Expulsiones de Ronaldo Pompeu y Alberto para el bando local en una polémica actuación del árbitro

Primera derrota de Pablo Hernández como entrenador del primer equipo

Los jugadores del Castellón, en una acción de ataque ante el Albacete.

Los jugadores del Castellón, en una acción de ataque ante el Albacete. / Erik Pradas

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Castellón

El Castellón encajó este domingo ante el Albacete una derrota que aplaza sus sueños más ambiciosos. Los albinegros pagaron un arranque destemplado con un gol madrugador, y el 0-1 se mantuvo inalterable en el SkyFi Castalia hasta el final, en parte por la gran actuación de los dos porteros, Matthys y Lizoain, y los cuatro tiros a la madera (dos por bando); y en parte por la cirujana labor del colegiado, que permitió que el juego avanzara en todo momento por la senda que más convenía al cuadro manchego.

Todos los partidos valen lo mismo, pero hay algunos que asoman en las temporadas como encrucijadas. Aparecen en periodos del camino que adquieren un matiz especial, porque parecen algo más. Un algo que, en caso de victoria, otorga una licencia para soñar.

Esa pinta tenía de entrada el duelo para el Castellón, porque una victoria conllevaba aparcar los temores y elegir, al menos por hoy, la dirección de los sueños y la promoción. Pero el fútbol le dijo que no. Todavía no.

En el fútbol existe, entre otros personajes, algo llamado equipo contrario. Por lo que sea, no suele estar muy de acuerdo con la felicidad del rival. Pronto el Alba demostró que había llegado a la Plana a por la victoria. Ganó duelos, impuso la pierna fuerte y tapó las vías de salida de los orelluts. Fue sobre todo un equipo con las ideas claras, tanto para minimizar el peligro como para dañar. Además, golpeó a la primera ocasión.

Ocurrió en el minuto 5. Mellot intentó un pase de alto riesgo por el pasillo interior y el Alba, que lo estaba esperando en bloque medio, robó y voló. Agus Medina, clavando el timing con el centro y llegando desde segunda línea, batió con la testa al portero Matthys.

Celebración del gol del Albacete ante el Castellón.

Celebración del gol del Albacete ante el Castellón. / Erik Pradas

El Castellón, que había empezado algo tibio, tardó en reaccionar. Atascado en la circulación, anduvo cerca de encajar el segundo después de otra transición. Lo evitó Matthys al desviar al poste, con la punta de los dedos, un intento de vaselina de Menéndez, que había rasgado la zaga para plantarse solo en el mano a mano.

El propio Matthys, casi en la jugada siguiente, generó la ocasión más clara para el cuadro albinegro. El guardameta lanzó la carrera de Cipenga con un pase profundo y precioso, y el extremo continuó la acción hasta el área, donde el portero del Albacete, Raúl Lizoain, evitó el empate de Jakobsen.

Cipenga (única novedad en el once tras su debut internacional) fue en el primer tiempo el mayor agitador. En especial, cuando cambió de banda. En la izquierda se compinchó con Alcázar y por ahí encontró el Castellón un carril para la esperanza. Sin embargo, cuando el lateral llegó a línea de fondo no encontró rematador, y cuando el extremo levantó el centro perfecto el cabezazo de Jakobsen se marchó cerca del palo.

Imprecisiones

Pese a las llegadas, cabe apuntar, el Castellón no se quitaba de encima cierta incomodidad. Andaba impreciso con la pelota y ansioso sin ella, permitiendo al Albacete sacar la capa. Incluso asomó en campo contrario, cuando el partido amenazaba con romper en la ida y vuelta. En una de ellas, el bullicioso Escriche raseó un pase a la frontal que Javi Villar remató sin colmillo, a las manos de Matthys.

Con el 0-1 resistiendo en el electrónico, el descanso asomó entre los ecos de la protesta. La grada aún pedía un doble penalti, bien por agarrón a Alcázar o por una mano de Jon García, en el mismo saque de esquina. El central había entrado por el lesionado Pepe Sánchez, subrayando las bajas del Alba en la zaga. Por ahí debía percutir el Castellón.

El segundo tiempo

De Nipoti fue la novedad del segundo acto. Entró por Mamah en el flanco derecho. El Castellón, que necesitaba una pincelada que cambiara el paisaje, empezó dominando. En el minuto 49, Ronaldo Pompeu se fabricó una falta. Luego la enroscó al poste.

El caudal creció. Cipenga tensó otro disparo al palo, en el minuto 53. El Alba, otra vez, surfeó la ola: Mellot desbarató al límite una carrera de Escriche, que ganó medio partido con otra de sus apariciones. Fue la del minuto 56: Ronaldo Pompeu lo paró en falta y vio la segunda tarjeta amarilla.

En inferioridad, el cuadro albinegro tiró de coraje, esfuerzo y determinación. Raúl Lizoain negó con grandes paradas sendos golazos de Cipenga y Cala. A cambio, el Alba tuvo espacios para sentenciar, pero Agus Medina, por dos veces, perdonó.

El equipo visitante encontró un aliado en el árbitro (peor que malo, de criterio variable) para manejar los tiempos del encuentro. Entre interrupciones, el Castellón fue añadiendo hombres de espíritu atacante (Camara, Suero, Tincho...), merodeando a partes iguales la gloria y el drama. El cuarto poste del partido fue para el Alba, con un remate en semifallo de Jon García.

El colegiado del Castellón-Albacete, Alonso de Ena, muestra una amarilla.

El colegiado del Castellón-Albacete, Alonso de Ena, muestra una amarilla. / Erik Pradas

Con el Castellón cada vez más roto y cansado, Matthys mantuvo al equipo en la pelea. El meta se agigantó frente a remates de Capi y Agus Medina, pero el paso del tiempo jugaba en contra de los albinegros. También quedaba la última gracia del árbitro: convirtió un rifirrafe entre Alberto e Higinio en una doble expulsión.

Nueve contra diez se entró en el añadido. Nada más ocurrió.

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