Es un mercado espectacular, pero no es fácil, hay que hacer un esfuerzo” para estar presente. En estos términos se expresó ayer Alejandro Fraga, analista de mercado de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Arabia Saudita en Riad, quien protagonizó un foro del Instituto del Comercio Exterior con empresarios cerámicos para analizar los problemas que hoy afronta el mercado y sus posibilidades de futuro, que Fraga ve “en positivo”.

El interés de las empresas por el mercado está más que justificado. El país es el tercer destino de las exportaciones castellonenses de baldosas cerámicas, que entre enero y noviembre del 2014 sumaron un valor de 141,2 millones de euros, aunque van a la baja, y acumulan una caída del -14,3%.

Varios son los factores que, según Alejandro Fraga, justifican la evolución negativa del mercado: de un lado, factores externos, como el conflicto geopolítico que los saudíes mantienen con Siria y, por extensión, con Irán y Rusia; así como la devaluación del precio del petróleo, por la presión bajista de la energía de Estados Unidos obtenida del ‘fracking’. Del otro, y no menos importantes, hay factores internos, derivados a los cambios legislativos que el país está llevando a cabo, y que tienen que ver con la fijación de cupos de profesionales nacionales en la construcción, la aplicación del programa de conformidad para garantizar la trazabilidad y estándares de calidad o, el más reciente, la exigencia de que las baldosas cuenten con el logotipo de la compañía.

Aun así, el analista de la Oficina Económica y Comercial en Riad considera que se trata de desajustes puntuales derivados del esfuerzo del país por desarrollarse y equipararse con los estándares de calidad de Occidente y augura un futuro en positivo en el país, porque sigue siendo el mayor poseedor de reservas de crudo del mundo, y porque el 50% de su población tiene menos de 25 años, lo que augura un boom de la población y, por tanto, la construcción.

Aun así, Fraga anima a las empresas a que hagan “un esfuerzo por tener presencia directa en el mercado”, creando “estructuras de comercialización propia”, empezando por personal de la empresa propio en la zona. “Si la empresa española hace ese esfuerzo, tendrá más oportunidades”. H