Si China y sus acciones encaminadas a comercializar productos por debajo de los costes, lo que se conoce como dumping, ocupó buena parte de las opiniones e intervenciones durante la pasada edición de Cersaie, en la presente se ha reeditado, punto por punto, la preocupación de los fabricantes europeos, especialmente italianos y españoles, por lo que consideran una competencia desleal. De ahí que reclamaran ayer de manera insistente que Bruselas vuelva a tomar medidas arancelarias que amparen a los productos comunitarios, tal como pusieron de manifiesto los principales representantes del sector en diversos foros del salón internacional de la cerámica que se viene celebrando en Bolonia.

Tal como recuerda Isidro Zarzoso, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejo y Pavimentos Cerámicos (Ascer), si toda Europa produce mil millones de metros cuadrados al año, especialmente España e Italia, el gigante asiático fabrica 17.000 millones, lo que da fe del riesgo que supone una desventaja añadida con respecto a una guerra de precios con prácticas asociadas al dumping.

EL PROBLEMA MAGREBÍ

Paralelamente a la situación con la cerámica china, fuentes del sector también señalaron los problemas derivados de las medidas proteccionistas que se dan en la región del Magreb, especialmente en lo que concierne a Argelia, país que durante el año pasado se coló como uno de los cinco mayores destinos de las baldosas castellonenses. Tal como explican fuentes de Ascer, la grave situación que atraviesa este país en cuanto a la falta de ingresos debido al bajo precio de los productos derivados del petróleo ha hecho que busque otros ingresos sobreprotegiendo su industria y estableciendo cupos a las mercancías del exterior. Si en un primer momento se dio solo en el mercado automovilístico, ahora le ha tocado el turno a la cerámica española, que hoy está a la espera de conocer qué límites se establecen a sus múltiples envíos, lo que ha provocado un gran enfriamiento de las transacciones comerciales.

Productores y exportadores al país africano esperan que las negociaciones políticas abiertas entre ambas partes puedan repercutir de manera positiva en, al menos, la limitación de unos recortes que se espera lleguen antes de que culmine el año.