Conforme se acercaba el principio de Cersaie, después de dos años sin exponer en Bolonia, el azulejo de Castellón contenía la respiración y aumentaban las dudas sobre cómo responderían los clientes internacionales. Sin embargo, la jornada inaugural de ayer sirvió para que se desvaneciera el fantasma de que la feria iba a ser poco productiva y la llamada de las empresas provinciales fue respondida por miles de clientes desplazados desde todo el mundo.

El ritmo de Cersaie siempre va in crescendo, con comienzos menos multitudinarios, pero ayer las previsiones quedaron superadas, tal y como revelaron las fuentes consultadas por Mediterráneo. Por ejemplo, desde Cifre Cerámica, Francisco Placeres, director de Producto, expresaba que «estamos bastante contentos comercialmente por la cantidad y calidad del público y porque hemos recibido en forma de pedidos el apoyo a nuestras últimas propuestas». «Ha sido especialmente interesante la llegada de representantes de grandes cadenas de distribución de Francia, Rusia, Estados Unidos o Italia, que han superado el temor al coronavirus y han sido muy activos en la primera jornada de Cersaie 2021». 

Entrada de Cersaie 2021 J. C.

Desde estados unidos

En la misma línea se expresaban la gran mayoría de los equipos comerciales de Cristacer, Azteca, Bestile, Emac Grupo o Colorker Group. Su director de Márketing, Pablo Chuliá resaltaba que «esperábamos una apertura de la feria con menos afluencia, pero ha sido una sorpresa muy positiva ver cómo llegaba un buen flujo de clientes, incluidos los estadounidenses y canadienses cuya asistencia no teníamos confirmada». «Confiamos en que, conforme avance la semana, los visitantes vayan a más y el saldo final sea optimista», señalaba esperanzado.

Por su parte, desde APE Grupo, indican que «pensábamos que iba a haber menos movimiento, pero se ha ido animando, quizás no tanto como hace dos años, con contactos muy interesantes y clientes que han venido con un objetivo claro: el de conocer las últimas novedades cerámica y, si lo creen oportuno, comprarlas».

Hay que tener en cuenta que las firmas de Castellón aspiran a ganar la máxima visibilidad posible en un entorno en el que son minoría en comparación con las marcas italianas. En los 15 pabellones en los que se despliega la muestra internacional, se concentran 626 compañías, de las que un total de 390 son de origen transalpino y 145 españolas. El resto de países productores del contexto mundial apenas está representado en los pabellones de BolognaFiere, a excepción de Turquía. Además de sus 18 compañías, Turkish Ceramics mantiene una potente campaña de comunicación y publicidad en toda la ciudad, en forma de anuncios en taxis y vallas, para tratar de ganar clientes en la feria.

El sector traslada hoy sus demandas al president Puig

Doble presencia institucional por parte del Consell hoy en BolognaFiere. Por la tarde acudirá al certamen el ‘presidente’ Ximo Puig, quien visitará algunos de los principales estands provinciales y escuchará las demandas de la principal industria castellonense de la mano de los representantes de las patronales azulejeras y esmalteras, Ascer y Anffecc. Previamente, por la mañana, el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent, también recorrerá los espacios del ‘Tile of Spain’.


La gran afluencia de visitantes en Cersaie augura una buena feria J. C.

Nuevas 'reglas'

Al margen del devenir comercial de la convocatoria, otra gran novedad que se vivió ayer en el estreno fueron las estrictas medidas de seguridad de la organización ha previsto para ofrecer un entorno seguro frente al coronavirus. Las restricciones comenzaban ya en la entrada del recinto, donde se solicitaba a cada asistente que acreditara el correspondiente pasaporte covid y se le tomaba la temperatura, con las consiguientes colas en los accesos.

Y también se ha visto afectada la organización interna de los propios estands, en los que se ha obligado este año a la señalización de un itinerario con la entrada y la salida fijas para potenciar la distancia social. Otro aspecto que se ha introducido es la reducción al mínimo de las consumiciones de comida y de bebida dentro de los estands. De hecho, muchas de las firmas de Castellón han optado por eliminar la clásica zona social en la que se invitaba a los visitantes a un aperitivo o a comer. 

Asimismo, la mascarilla es obligatoria en todas las ubicaciones interiores y, para velar por su cumplimiento, miembros de seguridad de BolognaFiere se encargan de recordar las medidas de prevención de forma recurrente.

Lo que sí ha potenciado el evento es la restauración con nuevas zonas al aire libre con food trucks y establecimientos de comida rápida, así como áreas de descanso habilitadas entre los pabellones para evitar las aglomeraciones en las cafeterías interiores de la feria.