Proyecto de reconstrucción
El edificio incendiado en Campanar (València) tendrá una piel cerámica al ser "incombustible"
Optan por este material por sus prestaciones contra el fuego

Infografía que recrea el aspecto del edificio con su futura piel cerámica. / Mediterráneo
Ha pasado casi un año desde que un gran bloque de viviendas en el barrio de Campanar, en València, sufrió un virulento incendio que se propagó a gran velocidad y dejó el trágico resultado de diez fallecidos. El inmueble contaba con una fachada ventilada y un recubrimiento a base de láminas de aluminio que, presumiblemente, alimentó la voracidad de las llamas.
Ahora, después de cinco meses de desescombro y limpieza, ya se han dado los primeros detalles de cómo será la reconstrucción, en la que tendrá un papel fundamental un material emblemático de Castellón y la Comunitat, la cerámica. Desde el despacho de arquitectos Arqueha, responsable del encargo hecho por la comunidad de propietarios, destacan que se mantiene la solución de la fachada ventilada, pero con una piel cerámica, como «adaptación de sus prestaciones a los requerimientos vigentes en materia de seguridad; entre otros, contra incendios».
Análisis
A la hora de elegir entre las opciones disponibles, y «expuesto a un evidente escrutinio en cuanto a sus prestaciones de protección frente al fuego, se ha elegido el material cerámico como pieza articuladora del lenguaje estético y compositivo de las fachadas», apuntan, puesto que este material «no solo nos ofrece, de manera natural e inherente, un comportamiento inmejorable como material incombustible, sino que guarda una absoluta coherencia con las materias primas y el tejido industrial locales».

Los responsables del proyecto destacan la seguridad que aporta la cerámica respecto a otros materiales. / Mediterráneo
Mayores garantías
Desde que ocurrió el terrible incendio de Campanar se hizo referencia a las diferencias entre los paneles tipo sandwich instalados y la cerámica. Un estudio presentado en diciembre por la patronal cerámica, Ascer, concluyó que este material, «incluso en contacto directo con las llamas, no se quema, ni derrite, no se deforma ni libera ninguna sustancia tóxica», y que en comparación con otros materiales, como paneles de fibrocemento, aluminio o madera, la cerámica es un producto estable capaz de soportar altas temperaturas, por lo que la sustitución «de elementos combustibles de la fachada por otros fabricados con materiales intrínsecamente incombustibles, como la cerámica, tiene el potencial de dificultar directamente la propagación vertical del fuego». Unas ideas que coinciden con el plan de reconstrucción de este edificio.
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