Vuelve la preocupación en la cerámica por el precio del gas: se dispara un 53% en dos meses
Desde la asociación de fábricas de esmaltes y fritas advierten de una nueva merma de rentabilidad

Las fritas son un proceso que requiere de un elevado consumo de gas. / Mediterráneo

Los precios del gas natural y la electricidad fueron una preocupación de primera magnitud para la industria cerámica. Tras el estallido de la guerra en Ucrania, la cotización del gas llegó a alcanzar los 300 euros por megavatio hora, algo que obligó a encarecer tanto los azulejos como otros elementos afines, como los esmaltes y fritas para este sector.
La inflación descendió, y llegó a situarse sobre los 30 euros en sus mejores cifras recientes, con el consiguiente alivio para las cuentas del sector. Pero en los últimos tiempos la cotización del gas ha vuelto a subir, y desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc) han lanzado la primera voz de alarma.
"Desde mediados del mes de diciembre el precio del gas natural ha subido más de un 53%, está volviendo a valores que triplican los precios que teníamos habitualmente en los años anteriores a la crisis energética y además, las previsiones no son en absoluto bajistas a corto y medio plazo", apuntan desde esta organización. Sin ir más lejos, el pasado lunes alcanzó los 60 euros.
Las causas
Entre las razones que explican este repunte de las cotizaciones de la energía, desde Anffecc señalan "la escasez de energías renovables, las bajas temperaturas en el continente europeo y la caída de las reservas de almacenamiento". Ahora, el gas se "sitúa en un umbral de precios similar al de principios de 2023, cuando todavía los precios energéticos eran considerablemente altos como consecuencia de la guerra de Ucrania", mencionan.
Desde la asociación argumentan que en los últimos años, "el sector ha visto muy mermada su rentabilidad, debido precisamente a los incrementos de costes de la energía y las materias primas, y a la caída de la demanda, fruto de la inestabilidad económica y geopolítica en el ámbito internacional".
A ello se suman los crecientes costes burocráticos y administrativos derivados de la legislación europea, que suponen una amenaza para la competitividad, en un momento en el que "el sector sigue luchando por recuperar su cifra de ventas y su cuota de mercado, aún resentida por la crisis anterior".
Nueva amenaza
Todos estos factores están llevando a las empresas del sector de fritas, esmaltes y colores cerámicos "a un estrechamiento progresivo de los márgenes que, unidos a la pérdida de competitividad, suponen una amenaza para nuestro sector", avisan.
Insisten en la importancia de "mantener la rentabilidad para poder continuar con la apuesta por la I+D+i, que es la seña de indentidad de esta industria a nivel internacional".
Revisión de precios
En este sentido indican que, si los incrementos de los precios energéticos siguen al alza, "será imprescindible revisar los precios de nuestros productos con el propósito de encontrar una rentabilidad suficiente que nos permita mantener el empleo y la producción en España".
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