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Usar material de derribo en pueblos y nuevos usos de la almendra y la naranja: los nuevos proyectos del ITC

El Instituto Tecnológico de la Cerámica trabaja desde Castellón en innovaciones para la industria

Foto de grupo con los integrantes de los diferentes equipos participantes en el proyecto DeCoWaste, en el que participa el ITC.

Foto de grupo con los integrantes de los diferentes equipos participantes en el proyecto DeCoWaste, en el que participa el ITC. / Mediterráneo

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Castellón

El sector de la construcción tiene por delante numerosos desafíos vinculados con la sostenibilidad, especialmente en la búsqueda de materias primas y materiales alternativos para edificar. Una de las líneas de investigación más activas es el reaprovechamiento de derribos y elementos sustituidos, dentro del marco de la economía circular, ámbito en el que el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) ha colaborado en múltiples ocasiones.

Proyecto europeo DeCoWaste

Una de las iniciativas más recientes en este campo es el proyecto europeo DeCoWaste, centrado en la revalorización de residuos de construcción y demolición, con un enfoque especial en municipios pequeños y medianos, donde existen mayores dificultades para llevar a cabo este tipo de gestiones.

El ITC participó en la presentación del programa, liderado por el Ayuntamiento de Ceutí (Murcia) y financiado por el programa Sudoe de desarrollo interregional, cuya actividad se extenderá hasta 2028. Según el instituto, el objetivo es "promover la valorización, reutilización y reciclaje para avanzar hacia un modelo de economía circular". La iniciativa busca reducir vertidos ilegales, optimizar el uso de recursos naturales y generar nuevas oportunidades de empleo y emprendimiento sostenible dentro del sector de la construcción.

El proyecto tiene como eje la cooperación entre España, Portugal y Francia, y está alineado con las directrices medioambientales de la Unión Europea.

Recuperar materias críticas

No es esta la única línea de trabajo del ITC. Hasta el próximo año se desarrolla el plan Resymac, que pretende recuperar materias primas críticas, esenciales para numerosos procesos industriales, y cuyo abastecimiento está condicionado por escasez o altos costes de cotización.

"Reducir la dependencia europea del suministro externo y minimizar el impacto ambiental de estos residuos peligrosos" es la base del plan. Entre sus actuaciones figura el uso de metales recuperados para crear pigmentos cerámicos, una de las aplicaciones más innovadoras.

Nuevos usos para residuos locales

Otro de los objetivos es la obtención de grafito verde a partir de residuos generados por producciones tan propias de Castellón como las cáscaras de almendra o las pieles de naranja. Su aprovechamiento podría emplearse en la fabricación de baterías de ion-litio, mediante procesos que requieren temperaturas inferiores a las actuales.

"Este avance contribuye a la revalorización de residuos industriales y agrícolas, además de fomentar la innovación en materiales cerámicos", remarcan desde el ITC.

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