Por primera vez, el PP tienen mayoría en el Ayuntamiento de esta ciudad, aunque la derecha ya obtuvo la mayoría en la pasada legislatura. Esta situación no se daba desde hacía 12 años. Cuando los socialistas gobernaron en mayoría, se acuñó en los plenos celebrados en Burriana la frase mayorías ganan, minorías pierden. Frase que se solía utilizar cuando el portavoz del PP, entonces Rafael Usó, quien llevaba al pleno las propuestas muy elaboradas, agotaba todas las posibilidades para que el consistorio se hiciera eco de su propuesta. La respuesta era de mayorías ganan, minorías pierden. Tras pronunciar la frase, con la mirada se daba a entender si realmente el PP y los nacionalistas sabían contar.

Caer en el mismo error podría ser tan lamentable como lo fue en la época socialista, tanto, que las urnas posteriormente pasaron factura a lo que se denominó abuso de la confianza que en las urnas le había otorgado el pueblo de Burriana al PSOE.

No es fácil dejar a un lado la euforia del triunfo, aunque se debería hacer otro análisis, tal como que el PP en el apartado autonómico consiguió 500 votos más que en las municipales, o que al Bloc solamente le han faltado 13 votos para quitarles la mayoría. Administrar ésta con sensatez dependerá sin duda alguna del talante democrático.