La Conselleria de Medio Ambiente ha iniciado la fumigación de los bosques del interior de la provincia de Castellón para controlar la plaga de la lagarta peluda, que el año pasado tuvo una incidencia devastadora en la comarca de Els Ports, comparable a las consecuencias de un incendio forestal. Las zonas con mayor incidencia se ubican en los términos municipales de Ares, Benassal, Castellfort, Catí, Xodos, Morella, Vallibona, Vilafranca y Vistabella.

Precisamente esta semana, el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana incluía la publicación de una orden de la Conselleria de Medio Ambiente que regula las zonas boscosas de la Comunidad Valenciana, donde se declara obligatorio y de utilidad pública el tratamiento para el control de la oruga de los encinares o lagarta peluda.

Los técnicos medioambientales han realizado un estudio del estado fitosanitario de los montes de la Comunidad Valenciana que ha determinado las zonas en las que es conveniente efectuar tratamientos para el control de la plaga. La orden de la Conselleria señala que los tratamientos se realizarán independientemente de la titularidad de los terrenos, para evitar la propagación y evitar daños irreversibles en la vegetación.

La lagarta peluda ataca principalmente a las encinas, si bien en casos de gran intensidad como el registrado en Els Ports, puede devorar cualquier especie vegetal como encinas, pinos, robles, enebros, especies arbustivas o cultivos tradicionales. Su ciclo completo se desarrolla durante un año y se inicia con la aparición de la oruga en primavera. La plaga tiene una perioricidad de unos tres o cuatro años, después va desapareciendo. De este carácter cíclico dan fe algunas personas mayores que recuerdan un ataque intenso de la lagarta peluda hace unos 30 años.

Cabe destacar que la falta de alimento y el desarrollo de parásitos y depredadores naturales facilitan su extinción.