El desvío para acceder a través del puente de Calatrava desde la carretera del Grao al vial de Santa Bárbara no se abrirá hasta mediados de julio. Pese a que el acceso está plenamente transitable desde hace dos semanas, la empresa constructora y el Ayuntamiento han decidido esperar a tener completamente terminada la obra, incluida la rotonda de conexión con la carretera de Santa Bárbara, que no estaba contemplada en su totalidad dentro del proyecto de Novenes de Calatrava.

Técnicos de la empresa constructora (Lubasa) y del urbanizador (Actinur) aconsejaron que no se abriera al tráfico ya que existen precedentes, como el de la avenida Tarancón, donde se abrió la circulación nada más estar asfaltar la calzada dificultando las labores de los obreros durante la colocación de las losetas de las aceras, y los de jardinería.

Además el Ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo con los urbanizadores para que, a pesar de que no les corresponde, terminen la rotonda de conexión entre este nuevo vial y la carretera de Santa Bárbara, y así dar una mejor salida al tráfico que se desviará en dirección a la avenida 16 de Juliol, especialmente los vehículos pesados, que actualmente tienen un complicado giro a la izquierda.

El puente de Novenes y sus accesos tienen un coste de 1,7 millones de euros y dará otra alternativa para acceder a los poblados marítimos. El viaducto dispone de una amplitud de 32 metros de ancho y 32 de largo, con un alzado sobre el río Anna de 6,5 metros. Dispone de dos plataformas de circulación, de 13,5 metros de ancho cada una, con una separación de cinco metros, a través de la cual se ve el cauce del río. Para cada una se emplearon seis grandes vigas de hormigón.