El concejal de Educación del Ayuntamiento de Burriana, José Ferrer, se convirtió en cómplice del ministro portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, quien precisó de su bolígrafo para añadir sobre la marcha algunas frases a su discurso.

Zaplana llegó el último al homenaje. En concreto, 17 minutos tarde, lo que provocó cierto retraso. Salvo él, todos acudieron con una puntualidad británica.

Algunos, como el vicepresidente de la Diputación, Francisco Martínez, aparecieron demasiado pronto. Veinte minutos antes ya estaba esperando a Tarancón en las escaleras del Ayuntamiento. Pero luego se vio sorprendido por la avalancha de autoridades. Hasta cuatro consellers se dieron cita. A saber: Rafael Blasco, Vicente Rambla, Esteban González Pons y Víctor Campos, a quien el móvil casi le juega una mala pasada. Afortunadamente lo tenía en versión vibrador.

El presidente provincial del PP, Carlos Fabra, fue más prudente y directamente apagó su teléfono al entrar.

Entre los presentes, tampoco faltó el expresidente de la Generalitat José Luis Olivas, quien estuvo siempre acompañado por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Fernando Castelló. Sin perderles de vista, el delegado del Gobierno, Juan Cotino, y la vicepresidente del Congreso, Maira Barrieras.