El arquitecto contratado por el Ayuntamiento de Burriana a principios de año para ejercer las labores de coordinador urbanístico ya tiene proyectados dos inmuebles de planta baja y dos alturas para reubicar a los vecinos de la finca de la calle Sant Blai n°23, que tienen previsto derribar para dejar exenta la iglesia de Sant Blai. Una de las plantas bajas será para el dueño que la disfruta en el edificio a demoler.

La otra será para el Ayuntamiento, y las cuatro viviendas, de unos 100 m, para el resto de moradores del n°23. Su construcción está prevista en la parte trasera de las casas de la calle Sant Blai que hay junto al antiguo hospital del mismo nombre.

Los dos inmuebles mirarán de frente a lo que actualmente es el patio interior por el que se entra al local de ensayos de la banda de música y que, una vez llevado a cabo el proyecto de mejora del entorno, formará parte de una gran plaza. El concejal de Urbanismo, Javier Perelló, espera que no haya ningún problema con los propietarios, ya que el cambio les beneficia por distintos motivos. Así, continuarán residiendo en el mismo barrio, en viviendas de nueva construcción, y frente a una plaza peatonal.

Según se ha proyectado, la iglesia de Sant Blai quedará exenta, rodeada de una plaza que ocupará el solar del antiguo hospital, por lo que tendrá acceso directo junto a la iglesia. Quedará el patio interior al que nos referíamos, la nave de ensayos de la banda de música --que deberá reubicarse en otra dependencia municipal--, y el antiguo depósito de vehículos.

Esto significa que la plaza conectará el carrer Sant Blai y la avenida Juan Bautista Sant Martín. La iglesia del patrón de Burriana, de 1882, construida sobre la antigua del siglo XIII, vive desde hace décadas enclaustrada entre las ruinas del anterior hospital y la finca del n°23, construida en los años 60.