El programa municipal formado para crear empleo comunitario, llamado EMCORP, ha atendido, desde febrero del 2003 hasta la actualidad, a un total de 43 personas. Este proyecto, que depende de la concejalía de Servicios Sociales, intenta ayudar a las personas menos favorecidas.

Mujeres, discapacitados o personas mayores de 45 años sin empleo y, en ocasiones, en una situación económica precaria, son quienes acuden al EMCORP.

La concejala del área, Teresa Andrés, aseguró ayer que, durante el presente año, un total de 12 usuarios de los servicios sociales municipales, a los que se les daba ayuda de todo tipo, han conseguido un puesto de trabajo hasta el mes de noviembre. Estas cifras se tienen que sumar a las seis personas que encontraron empleo gracias a este programa durante el 2003.

Estas personas han podido emanciparse económicamente y en estos momentos ya no dependen de las ayudas ofrecidas por el Ayuntamiento de Vila-real, con lo que el consistorio ha llegado a ahorrarse mensualmente más de 6.000 euros. La mitad de este beneficio se ha conseguido a partir de las ayudas en concepto de vivienda que ofrecía la entidad a estas personas con situación económica precaria. Otros 2.000 euros más han salido de cubrir las necesidades básicas y 1.200 euros de realizar acciones extraordinarias.

Este dinero extra con el que se encuentra el Ayuntamiento, según Andrés, "sirve para destinarlo a otros aspectos relacionados con los servicios sociales". La concejala ha hecho referencia a las ayudas que tienen que recibir, por ejemplo, el colectivo de inmigrantes que residen en la ciudad.

El EMCORP colabora en la búsqueda de trabajo para los colectivos conocidos como vulnerables, ya que el empleo es un punto básico para el desarrollo personal y social de los individuos.