La madrugada del próximo 16 de agosto se cumplirá un año del desplome de parte de la cubierta de cúpula de la iglesia Arciprestal de Vila-real. Y a pesar de las gestiones realizadas por las autoridades locales y autonómicas, la bóveda sigue presentando el mismo aspecto deteriorado de entonces.

Según ha podido saber este rotativo, diferencias de tipo técnico surgidas entre los responsables de acometer la reparación son la causa del retraso que sufre este proyecto en su ejecución, ya que debería haber finalizado hace ya varias semanas.

La última de las actuaciones visibles que se ha llevado a cabo en la cúpula del emblemático edificio ha sido, a mediados del pasado mes de junio, la retirada del andamio que se instaló en diciembre del año 2003 para, según los técnicos, proteger la cubierta de la bóveda contra la posibilidad de que se crearan tormentas fuertes que pudieran causar nuevos daños graves en el mismo lugar.

El andamio se retiró de su ubicación, según los responsables de este proyecto, porque no cumplía con todos los requerimientos necesarios para la envergadura de la obra. Una consideración que, según indicó a este rotativo uno de los responsables de la empresa instaladora del andamiaje, no era acorde con la realidad, y de este modo, afirmó que la instalación cumplía con los requisitos que exigieron los técnicos responsables de este proyecto.

Cabe recordar que el pasado 20 de febrero del 2004, después de siete años de realizar diversos trámites, el Consell de la Generalitat Valenciana decide que la iglesia Arciprestal de Vila-real sea Bien de Interés Cultural.

Sin embargo, lo cierto es que con la retirada del andamio que cubría la cúpula de la iglesia Arciprestal, en la actualidad, se encuentra totalmente desprotegida desde hace algo más de seis semanas.