La tubería de la red de abastecimiento de agua potable del camino Benafelí se sustituirá después del verano, ya que podría producir problemas de salud a los usuarios por el calentamiento producido sobre esta canalización por la acción del sol.

Aunque el edil de Urbanismo, Enrique Brisach, ya anunció esta actuación a Mediterráneo el pasado mes de mayo, no fue hasta ayer cuando se notificó finalmente en la comisión de gobierno. "La Conselleria de Infraestructuras subvencionará el 50 por ciento de las obras, que deberán estar acabadas antes del 29 de octubre, con un coste de unos 60.000 euros", explicó.

El plazo de ejecución de los trabajos, que comenzarán en septiembre para causar las mínimas molestias a los veraneantes, es de un mes y medio. Para ello, el consistorio ya ha solicitado ofertas a varias empresas que tienen 10 días para presentar sus propuestas. "La adjudicación se realizará de forma directa a la compañía que presente mejores condiciones económicas", indicó el edil popular.

Cabe recordar que la actuación consiste en la construcción de una nueva conducción en el centro de la calle, a unos 50 ó 60 centímetros de profundidad y con una sección más gruesa para dar un mejor servicio a los vecinos. Además, quedará inutilizada la tubería actual, construida hace dos años cuando se hicieron las aceras del camino.

"El Ayuntamiento se ha visto obligado a efectuar este cambio porque la temperatura del agua superaba ya los 25 grados centígrados, lo que podría crear problemas, ante la proliferación de bacterias, si descienden los niveles de cloración", manifestó Brisach, quien recordó que la solución a adoptar fue la propuesta por Facsa.