La modificación de la colada o vía pecuaria que afecta al sector residencial de Novenes de Calatrava continúa su periplo burocrático mientras dotaciones urgentes en el municipio como el segundo centro de salud, el tercer instituto de Secundaria (IES) y el quinto colegio público de la localidad dependen de la reparcelación, tal y como reconoció el alcalde, Alfonso Ferrada, en el último pleno ordinario.

Esta serie de infraestructuras básicas están pendientes ahora de que la Conselleria de Territorio ratifique de nuevo la modificación acordada en la última sesión plenaria de la pasada semana, que ya se le ha remitido.

En cualquier caso, el proceso se remonta al pasado mes de julio, cuando surgió la imposibilidad de iniciar la urbanización por la presencia de esta colada.

Esto originó la petición de un informe por parte del Servicio Territorial de Medio Ambiente a la Cámara Agraria Provincial, que a su vez se lo solicitó al Consell Agrari Local, que dado que depende del Ayuntamiento y sus decisiones no tienen carácter vinculante, tuvo que elevar un acuerdo para cambiar la colada en el pleno, durante el cual se sucedieron los comentarios de incomprensión por parte del público asistente, que no ve como una cuestión como ésta puede frenar una urbanización tan señalada para el progreso local.

La existencia de esta Colada se le pasó por alto a la Conselleria de Territorio cuando aprobó el estudio de evaluación de impacto ambiental de Novenes. Fue a raíz de una denuncia del grupo conservacionista IDEA cuando se conoció su existencia.